En el desierto de Atacama, el más árido del mundo ubicado en Chile, se produce un espectacular fenómeno en el que las lluvias invernales hacen florecer más de 200 tipos de flores únicas. Las semillas de las plantas pueden permanecer dormidas bajo tierra por años hasta que las lluvias las hacen brotar, convirtiendo el desierto en un mar de colores entre octubre y noviembre. Este fenómeno ocurre cada 3 a 8 años y se atribuye al fenómeno de El Niño.