SlideShare una empresa de Scribd logo
DETECTED 
Natalia M. Sanromán
Ilustración de la cubierta: Natalia M. Sanromán 
Copyright © Natalia M. Sanromán 2014 
Reservados todos los derechos. Queda 
rigurosamente prohibida, sin la autorización 
escrita de los titulares del “Copyright”, bajo 
las sanciones establecidas en las leyes, la 
reproducción parcial o total de esta obra por 
cualquier medio o procedimiento, incluidos la 
reprografía y el tratamiento informático, así 
como la distribución de ejemplares mediante 
alquiler o préstamos públicos 
1a edición, Septiembre del 2014 
Impreso en México
Para mis abuelos, Maria Teresa 
y Armando.
Prólogo 
"Tienen a Francis también, Payton" Richard me dijo 
exasperado, ambos caminando de un lado a otro sin 
saber qué hacer, cómo escapar y dónde demonios 
esconder toda la evidencia. 
"No dirá nada, Richard, nadie lo hará. Ahora 
compórtate como un hombre y ayúdame a cargar 
esto" señalé el gran archivero que se encontraba 
junto a mi escritorio. "Mientras, yo me encargo de 
los discos duros de las computadoras." 
"Sabía que esto pasaría" rompió el silencio Richard 
después de estar conduciendo por dos horas hacia 
Liverpool, donde nos esperaba el único compañero 
que quedaba aparte de nosotros. Dee-dee. "No sé 
por qué estúpida razón me metí en este lío. ¡Los 
odio a todos!" Dijo soltando un par de lágrimas, 
cosa que me hizo poner los ojos en blanco. Qué 
patético se veía. 
"Cierra la maldita boca de una ves, marica" exploté 
harta de escuchar tantos reclamos de él en toda la 
semana que llevabamos con este problema. 
"Entiende que a nadie le importa un maldito pepino 
si nos odias o no, ¿qué se te olvida que fue por tu 
odiosa culpa que nos hayan atrapado? O, ¿acaso ya 
lo olvidaste? Todos estamos metidos en esto por 
diferentes razones, y le debemos al grupo salvar
todo los que nos queda, pero no puedo hacer nada 
de eso si no te agarras tus huevos y los llevas 
contigo todo el tiempo, lo menos que necesito es un 
cobarde chillón" Richard dejó de llorar para 
dirigirme después una cara fría y calculadora, al 
igual que la mía. 
Ambos soltamos un largo suspiro antes de pisar el 
pedal del acelerador a su máxima potencia. Yo no 
caería, preferiría estar muerta a caer.
1. Reunión 
7 meses antes 
El sudor corría por mi frente como cascada, llevaba nueve 
kilómetros corriendo, me faltaba un maldito kilómetro 
para por fin romper mi récord. Después de un año, por fin 
podré completar los diez kilómetros en 35 minutos. Si me 
obligaran a escoger entre ser caníbal o dejar de correr, 
creo que tal vez optaría por lo primero; correr era de las 
únicas formas en que dejaba todo atrás, y me sentía 
completamente libre. 
Al sonar la alarma en mi celular que indicaba mi gran 
logro, me dirigí de inmediato a mis residencias 
caminando, tratando de recuperar el aire perdido. Al 
llegar, lo primero que llegó a mis oídos fue la inquietante 
voz de Steph, la vecina, ensayando otra de sus canciones 
para el recital que habría dentro de dos semanas. Llevaba 
tres años estudiando en la Universidad, y aún no puedo 
entender la razón de por qué le dan el gran honor a Steph 
para cantar el coro principal. 
Entro a mi cuarto y lo primero que encuentro es el desastre 
que tiene Melinda, mi compañera, en más de la mitad del 
cuarto. He pensado varias veces cambiar de compañera de 
cuarto, pero luego recuerdo que todas las demás son 
demasiado estresantes y chillonas para mi gusto. Prefiero
el desorden antes que un cuarto color rosa con edor a 
perfume de vainilla, simplemente repugnante. 
"Llegas temprano" fue lo primero que dijo Melinda al 
verme. Hice una cara de disgusto por el holor de azufre 
que había. 
"¡¿Por qué demonios tienes que hacer tus experimentos 
raros dentro de la habitación?! Creí que ya habíamos 
llegado a un acuerdo." dije pateando algunos materiales de 
trabajo que estaban en mi parte del cuarto. 
"¡Hey! Eso es delicado" Me regañó, ignorando por 
completo mi queja anterior. Bufé fastidiada y me dirigí a 
mi escritorio, tenía una infinidad de trabajos que realizar y 
el ruido de Steph no ayudaba en nada, por no decir el olor 
intenso de azufre de Melinda. 
"Payton, habrá una reunión en casa de Richard. Quiero 
que vayamos juntas, ¿sí?" Dijo después de un tiempo. 
Rodeé mis ojos fastidiada. Melinda sabía perfectamente lo 
que sentía por el imbécil de Richard. Era más delicado que 
la flor más roja del parque, un estúpido cobarde que sólo 
estudiaba una ingeniería para complacer a su padre, siendo 
un completo imbécil en las matemáticas, el chico es un 
completo fracaso. Lamentablemente, resultó ser que 
compartíamos algunas clases, al igual que con Melinda, y 
su relación amistosa dio fruto a una relación amorosa, por 
lo cual lo tenía que ver prácticamente todo el día, 
frustrando aún más mis días.
"¿Sus padres no van a estar? Qué rebelde" dije con 
sarcasmo. ¡El inservible ni siquiera se podía despegar de 
su <<mami>> sin que el pobre llorara! 
"Prometieron quedarse en su cuarto mientras nosotros 
estaremos en el sótano" Melinda ignoró el sarcasmo que 
había en mi tono de voz y siguió hablando. "Sé que no se 
llevan nada bien, pero ahí estarán todos; Mike y Jane 
juraron no faltar, al igual que Lynn, Rupert, Francis y Ky. 
No tendrás que estar para nada con nosotros dos." 
A decir verdad, me agradaban demasiado los chicos, Lynn 
y todos ellos. Eran graciosos, inteligentes, les apetecía más 
un video juego y una buena cerveza que una salida 
nocturna, pero eso no evitaba sus presencias en las fiestas 
universitarias. Siendo de las únicas estudiantes mujeres a 
Ingeniería Civil de esta generación, me he tenido que 
acoplar a cada uno de sus comportamientos y, para ser 
sincera, creo que cada día que pasa pierdo cada enseñanza 
de la educación de una dama que mi madre batalló tanto 
por enseñarme. 
"Está bien, iré. Pero por favor, esta vez no hagas tus 
escenas con Richard, juro que los dos parecen 
principiantes besándose, lo único que se ven es babas." 
Dije de lo más sincera posible, era odioso ver eso, y 
repugnante hasta tal punto de tener que taparte los ojos 
como un infante y tararear una canción para acallar el 
sonido que hacen.
"¡Qué grosera!" Dijo lanzándome una pequeña almohada, 
la cual esquivé sin ningún problema, gracias a los reflejos 
que el Box me había dejado. 
"Buena puntería" Señalé con ironía, a lo cual Melinda 
respondió gruñendo, causando una pequeña sonrisa 
socarrona en mis labios. 
°------°--------°-------°-------°---------°--------°-------°-------° 
"Eres un tramposo de mierda, Ky" grité aventando el 
control del Xbox ONE al sillón, enojada. Ya le había 
ganado a Rupert y Lynn en FIFA, y tenía la pequeña 
esperanza de poder ganarle sin problemas a Ky, pero se 
me había olvidado que él es el rey del video juego. Los 
demás son más apasionados a Halo, o Call of Duty, 
incluso a GTA, pero Ky amaba el futbol con toda su alma 
en todos los aspectos. Yo prefería el futbol americano. 
"Y tú una pésima perdedora, Marllow." respondió 
sonriendo de lado triunfante. 
Ky era el más atractivo de todos, y para mí, era el que 
menos aguantaba del pequeño grupo de amigos. Es la 
persona más culta que he conocido en el mundo, no hay un 
dato que él no sepa, y si lo hay, es seguro que pronto lo 
sabrá. Es alto, cabello castaño quebradizo y 
cuidadosamente peinado, ojos cafés obscuros y una nariz 
perfectamente imperfecta, si es que tiene sentido eso. De 
algún modo, siempre me ha desagradado el hecho que sea 
más inteligente que yo, es un golpe bajo para cualquiera.
Lynn era robusto, era la persona más sarcástica del 
universo, pero era un genio para las derivadas, que eso 
para mí es un gran don. Curiosamente, es el único del 
grupo que tiene novia, aunque sólo la vea cada mes, pues 
ella estudia al otro lado del país. Sus ojos verdes son lo 
primero que te atrapan al conocerlo, es inevitable verlos 
sin admiración. 
En cambio, Rupert no era ni atlético ni obeso, era una 
persona fanática de la comida rápida, pero de algún modo, 
no engordaba ni un maldito kilogramo. Le decimos "La 
mecha defectuosa", pues es pelirrojo de familia exitosa, 
con todos sus hermanos siendo genios, Rupert fue el que 
salió defectuoso, no entiendo cómo ha logrado pasar todos 
los años. 
"¿Qué piensan del nuevo amiguito de Francis?" preguntó 
Ky dándole un trago a su cerveza, aún dirigiéndome 
miradas burlonas. 
"Se ve buena gente" admití sin interés, encogiéndome de 
hombros y quitándole la bolsa de palomitas a Lynn, 
recibiendo un insulto de su parte. "¿Cómo era que se 
llamaba? ¿Luke? ¿Louis? ¿Lance?" 
"Dee-dee, idiota." exclamó Lynn quitándome las 
palomitas. "No confío en él." 
"Ni yo, se ve como alguien que podría patear el trasero si 
hago algo que no le guste." Dijo Rupert con la boca llena 
de papas fritas siendo masticadas.
"Hasta Payton te ha partido el trasero, Rupert." dijo Ky 
poniéndose de pie, haciéndonos reír a todos "Pero, la 
verdad es que sí es algo intimidante." 
Dee-dee era la persona más fornida que había visto jamás, 
era morocho, y podría jurar que sus ojos eran de color 
negro, aunque fuera imposible. Cuando me saludó, juro 
que un escalofrío corrió por todo mi cuerpo. Sí, era 
intimidante y terriblemente grande, pero no podía decir 
aquellas cosas frente a los chicos, los conozco y estoy 
seguro de que pensarían que lo estoy criticando, aunque 
ellos lo hagan peor. 
Me levante de mi asiento para dirigirme a la cocina en 
busca de otra cerveza, llevaba sólo una en toda la noche 
tratando de controlarme, pues supuestamente estaba en 
otro intento de dieta. Tomé mi cerveza y al cerrar el 
refrigerador me encuentro con la cara de Dee-dee. Solté un 
pequeño grito por la sorpresa y el susto, mientras él sólo 
me veía con detenimiento, perforándome con sus ojos 
negros, causando un miedo dentro de mí. 
"Amigo, me has sacado un susto." dije después de unos 
segundos soltando una leve risa, tratando de esconder mi 
miedo al estar aquí con él. 
"No fue mi intención." respondió seco, abriendo de nuevo 
el refrigerador y sacando otra cerveza. "Entonces, soy 
intimidante." no sonó como pregunta. Oh, Dios, él nos 
había escuchado.
"Pues, se nota que haces pesas, amigo. Por supuesto que 
intimidas un poco." dije sonriente, aunque por mi interior 
estaba temblando de nervios, no sabía qué hacer. 
Me miró de nuevo, profundo, sin decir nada. Yo solo me 
dedicaba a mirar a todos lados menos a sus ojos negros. 
"¿Por qué yo no te intimido?" Dijo después de un tiempo. 
¡¿Qué?! ¡Por supuesto que me intimidas a sobremanera! 
"¿Por qué lo dices? Me das un poco de miedo, porque eres 
muy grande, pero es todo, no te preocupes" dije las 
primeras palabras que cruzaron por mi mente, no podía 
pensar con claridad. 
"Yo no me preocupo." dijo acercándose más a mí, ahogué 
un grito de miedo, pues de algún modo se veía enojado "Y 
deberías tenerme pavor, amiga. No soy nada amable." dijo 
recalcando la palabra amiga. 
"Bueno, uno puede equivocarse ¿cierto?" dije tratando de 
alivianar el ambiente. 
"No en mi mundo. Un error, y estás muerto." dijo 
viéndome una vez más, para voltearse e irse de la 
cocina. Inmediatamente me recargué en el 
refrigerador, pensando en lo que había pasado. ¿De 
qué demonios hablaba ese chico?
2. Curiosidades 
Llevaba una semana de no ver al tal Dee-dee, y mi 
inquietud hacia él aún no había desaparecido. Trato 
de concentrarme en mis tareas y trabajos, incluso he 
llegado a correr más de la cuenta para quitar su 
imagen intimidante se mi mente, pero el hombre 
está decidido a permanecer hasta en mis sueños. 
No era que me había gustado o algo parecido, sino 
las cosas que me dijo. 
“Un error y estás muerto.” Recuerdo que dijo, pero 
el significado de esas palabras me tenía ansiosa por 
saber la verdad oculta. 
Lo único que me distraía de mi mente fastidiosa y 
sus pensamientos incesantes, era el gran examen que 
se avecinaba. Trataba de estudiar con todas mis 
fuerzas, pero el único éxito obtenido fue aprenderme 
los primero cinco temas. 
El ruido de mi celular al recibir un mensaje fue lo 
que me hizo dejar el estudio a un lado. Era un 
mensaje de Lynn 
Payton, agarra tus apuntes y libros y tráetelos al 
depa de Francis, no entendemos nada jaja. –Lynn
Bufé frustrada aventando mi celular. No me gustaba 
la idea de ir a estudiar en grupo, y menos en casa de 
Francis, comúnmente eran todos los chicos, 
incluyendo a Ky, que este terminaba discutiendo 
conmigo sobre temas del examen, dejando a todos 
aún más estresados que antes. Era espantoso. 
Sin embargo, era obvio que si me quedaba no 
obtendría un mejor resultado. 
Son unos inservibles -.- ya voy para allá –Payton 
Mandé el mensaje y me encaminé al departamento 
de Francis, el cual quedaba a unos diez minutos 
caminando desde mis residencias. Tendría tiempo 
suficiente para calmarme un poco. 
“Ky, por enésima vez, te digo que no puede ser así.” 
dije señalando el maldito apunte de Ky, tratando de 
controlar mis ganas de asesinarlo. “Si tu construyes 
un muro en este lugar, es evidente que con cualquier 
lluvia se caerá.” 
“Payton, entiendo que siempre tienes la necesidad 
de tener la razón, pero temo decirte que la única 
equivocada aquí eres tú, cariño.” Dijo Ky, con una 
sonrisa socarrona adornando su estúpida cara.
“Mira, Ky, no necesito tener siempre la razón. Pero 
en este caso, yo estoy bien, y no hay modo que me 
puedas contradecir y lo sabes.” Concluí. 
Ambos nos mirábamos directo a los ojos, ninguno 
dispuesto a ceder en su error. Tenía mi mandíbula 
tensa y mis puños cerrados, siempre me ponía así 
cuando estaba furiosa, y aunque me doliera 
aceptarlo, la verdad es que no me gusta dañar mi 
orgullo y decir que estoy equivocada en algo. 
“Payton, puede que Ky tenga razón, ¿sabes?” 
Interrumpió Rupert llamando mi atención, 
rompiendo mi duelo de miradas con Ky a 
regañadientes. “Puede que no sea muy bueno en 
esto, pero recuerdo perfectamente que el profesor 
nos repitió como cinco veces que con ciertos tipos 
de materiales y el plan exacto elaborado, era posible 
que una construcción de ese peso se podría realizar, 
sin importar el clima.” 
Ky al escucharlo, sonrió victoriosamente, con un 
destello en sus ojos marrones; sabía que estaba feliz, 
siempre lo estaba cuando lograba fastidiarme. 
“Que extraña sorpesa, Payton. Como siempre, no 
has tenido la razón.” Dijo Ky, obviamente tratando 
de aumentar el daño a mi orgullo, como si fuese 
posible.
“En realidad,” se escuchó una voz que me heló la 
sangre por completo “la chica tiene razón, con el 
tiempo, la construcción pierde fuerza, y la 
reconstrucción es bastante cara. Cualquier idiota lo 
sabe.” Dijo Dee-dee llegando al lado de Ky, 
mirándolo fijamente, retándolo. 
Todos estaban en completo silencio, incómodos ante 
la situación. Yo sólo me dedicaba a ver la escena 
con asombro. Dee-dee acababa de defenderme, 
pensé que el hombre quería cortarme la cabeza. 
“Pero es posible la construcción, lo cual hace que tú 
ganes el debate. Felicidades.” Concluyó Dee-dee 
palmeando el brazo de Ky mientras este se calmaba 
instantáneamente, estaba segura de que Ky le habría 
contestado una estupidez que tal vez lo habría 
dejado muerto. 
Ahí fue cuando por primera vez desde su 
intervención dirigió su mirada hacia mí. Pasmada, le 
devolví la intensa mirada, estaba asustada, por 
supuesto, pero mi curiosidad por saber qué hacía o a 
qué se dedicaba era aún mayor que antes. Estaba 
segura de algo, tenía que ganarme su confianza, 
cueste lo que cueste.
Decidí sonreír de lado, y mirarlo de una manera 
menos…acusadora, así jamás decidiría confiar en 
mí. 
“Bueno, al principio pensé que me habías salvado de 
haber perdido el debate, amigo. Pero gracias por 
ilusionarme.” Dije riendo levemente, expresando 
confianza. 
“No tenía pensado defender a nadie, sólo recalcaba 
lo obvio.” Contestó secamente, desviando su mirada 
hacia mi cuerpo levemente, analizándolo. Maldito 
hijo de… 
“Bueno, di lo que quieras, pudiste haber sido mi 
héroe.” Dije acercándome más hacia él para darle 
una palmeada en el brazo. Él estaba sorprendido, era 
evidente que no esperaba esa reacción de mi parte y, 
sinceramente, yo menos. 
“Lamento interrumpir tu nuevo ligue, Payton,” 
Interrumpió Ky, viéndome con gesto de 
superioridad y algo más que no pude percibir. “pero 
aún tenemos que estudiar sesenta páginas más, creo 
que no hay tiempo suficiente para perderlo.” 
Hablando de idiotas… Como odiaba que Ky me 
dejara en ridículo frente a todos. Sentí como mis 
mejillas ardían me excusé con ir al baño. La verdad
es que yo no intentaba ligar con Dee-dee, yo sólo 
quería demostrar que podía ser su amiga; yo sólo 
quería respuestas. 
Una vez calmada, y que el tono rojizo de mis 
mejillas ya hubiera desaparecido, decidí salir, no sin 
antes reírme de mi actitud de adolescente. Un golpe 
en la puerta me sacó de mis pensamientos. Abrí la 
puerta para dejar entrar a la otra persona y, como era 
de esperarse, era Dee-dee. 
“No es normal eso de reírse sola en los baños, 
¿sabes?” Dijo sonriendo levemente. Me quedé 
embobada viendo su sonrisa, pues dudo que en la 
vida lo vuelva a ver sonreír así. 
“Bueno, no me describo como alguien normal, así 
que no hay problema.” Dije riendo nerviosa, era 
muy incómoda la situación, yo aún dentro del baño 
y él recargado en el umbral. “Escucha, quiero 
disculparme, allá afuera, juro que sólo trataba de 
llevarme bien contigo, no creas que intentaba…” 
“No te preocupes.” Me interrumpió sonriendo aún 
más. “Sé que sólo querías poner celoso a tu 
noviecito aquel, lo entiendo. Aunque no me gusta 
ser usado.”
“Uou, espera, ¿de qué novio hablas?” dije 
confundida. 
“Del sabelotodo con quien estabas peleando.” Dijo 
sin importancia. 
“¿Ky? Oh por Dios, jamás. Primero me aviento de 
un precipicio antes que salir con él.” Dije soltando 
una carcajada, era gracioso que alguien me imagine 
con Ky, simplemente algo imposible. 
“Pensé que tenían una relación o algo así.” Dijo 
encogiéndose. 
“No, siento desmentirte.” Dije viéndolo a los ojos, 
tratando de decirle por estos que me dijeran la 
verdad. 
Ambos nos veíamos sin decir nada, hasta que su 
celular comenzó a sonar. Soltando una maldición, 
contestó el teléfono. 
“¿Qué pasa ahora?... ¡No es posible que seas tan 
imbécil!, ¿cómo pudiste cagarla así, Mike?... 
Olvídalo, yo me encargo… Sólo cierra la boca y yo 
recogeré tu mierda, cómo siempre.” Colgó y cerró 
los ojos, tenía la mandíbula tensa y había perdido 
toda la amabilidad que tenía hace unos momentos.
De repente, golpeó la pared con fuerza, causando un 
leve grito de sorpresa de mi parte, y que las fotos 
enmarcadas de la pared cayeran al suelo. 
Me miro a los ojos de nuevo, con una cólera 
inexplicable en sus ojos. 
“¿Qué escuchaste?” Dijo bastante serio. 
“Na… nada, sólo lo que tu dijiste.” Mis nervios que 
había tenido cuando recién lo había conocido 
estaban de regreso, yo apunto de desmayarme. 
“Ni una palabra de lo que acaba de pasar, 
¿entiendes?” Asentí rápidamente. 
Giró y se encaminó fuera del pasillo, pero antes que 
saliera completamente, me miró de nuevo. Justo 
cuando estaba a punto de irse, le grité. 
“Espera” corrí hacia donde estaba él, teniendo el 
ceño fruncido por mi petición. “Escucha, sea lo que 
sea que tengas que hacer, quiero ir contigo.” Dije 
firmemente, en verdad no tenía nada mejor que 
hacer. 
Su ceño fruncido se transformó en una cara 
completa de sorpresa, la verdad ya no parecía del 
todo enojado, mi propuesta lo había alejado de 
cualquier pensamiento que antes hubiese tenido.
“¿Por qué mierdas aceptaría a eso?” Dijo con voz 
ronca, tratando de intimidarme. 
“Porque quiero conocerte.” Eso definitivamente lo 
dejó asombrado. 
“Créeme, no es lo que quieres.” Dijo con una 
sombra oscura en sus palabras, sonriendo 
amargamente. 
“Eso ya lo decidiré yo.” Sabía que corría peligro, 
pero una parte de mí estaba harta de mi maldito 
promedio perfecto de excelencia, quería hacer algo 
diferente, y si eso involucraba meterse en la vida de 
un posible criminal bipolar, correría el riesgo. 
“Mientras, llévame a donde vayas.” 
“No sé si eres valiente o estúpida.” Dijo después de 
un momento de silencio. “Pero te llevaré, sólo para 
que aprendas que no todas las aventuras que vienen 
en las novelas son buenas.” 
“¿Qué quieres decir?” 
“Que te prepares para una buena visión de la 
realidad, y me refiero a la verdadera realidad.” 
Con mi curiosidad explotando mis pensamientos, 
nos dirigimos al automóvil de Dee-dee. Ahí fue 
cuando todo empezó.
3. Valentía o estupidez 
Todo el tiempo pasado dentro del automóvil de Dee-dee, 
se trató de un silencio mortal. Yo me dedicaba a 
mirar por la ventana absorta en mis propios 
pensamientos, mientras Dee-dee manejaba, su cara 
adornada por su mandíbula tensa. 
“¿Tu nombre es en realidad Dee-dee?” pregunté 
después de pensar en eso durante mucho tiempo. 
No se dignó a verme, mucho menos a contestarme. 
Hizo caso omiso a mis palabras y siguió viendo 
directamente al camino que estaba siguiendo, lo cual 
me hizo bufar y poner mis ojos en blanco. Parece un 
maldito adolescente. 
Dee-dee comenzó a bajar la velocidad de su 
automóvil frente a un lugar que se localizaba en un 
fraccionamiento solitario; sólo había dos casas en 
éste. Finalmente se estacionó en la segunda casa. 
“Mi nombre es Drake Donovan.” Dijo antes de abrir 
su puerta y dirigirse a la mía, la cual yo ya había 
abierto, pues nunca nadie me había abierto mi 
puerta, menos lo haría Dee-dee. “Y si mencionas mi 
nombre a cualquier habitante de esta ciudad, no
tendré piedad al acabar contigo.” Dijo con voz grave 
y lenta, mirándome seriamente. 
Un escalofrío pasó por mi cuerpo y sólo me limite a 
asentir rápidamente. Este hombre terminaba con 
toda la valentía que tenía dentro de mí. 
Tomó mi mano con un poco de fuerza bruta y me 
jaló fuera del coche, caminando con prisa hacia la 
entrada de la casa. La puerta se veía grande y 
pesada, era de metal. En vez de tocar el timbre, Dee-dee 
sacó una tarjeta y la insertó en un orificio que 
había de lado del timbre. Una lámpara debajo del 
orificio se tornó color verde y se escuchó un gran 
sonido antes de abrirse la puerta. 
“¿Vives aquí?” Pregunté entrando a la hermosa casa 
que tenía frente a mí. 
“¿Podrías dejar de hablar por una mierda de 
segundo?” Dijo parando bruscamente, provocando 
que chocara con su espalda. 
Decidí ignorar mi furia creciente y no contestarle 
nada, era más que obvio que yo saldría peor que él 
en esta situación. 
Posó su mano en la parte baja de mi espalda para 
empujarme hacia un pasillo donde supuse que
estaría la puerta para ir al sótano. No estaba 
equivocada. 
Abrí la puerta y baje las escaleras rápidamente, 
ansiosa por saber qué era lo que ocultaba Dee-dee, o 
mejor dicho Drake. 
Al prender la luz me tomó la sorpresa de 
encontrarme con un sótano común y corriente. 
Desilusionada y confundida volteé a mirar a Drake, 
pidiendo una explicación, mientras él sólo me veía 
desde el último escalón aún con una sombra de 
sonrisa en su cara. 
“En verdad eres una curiosa sin arreglo.” Dijo 
dirigiéndose a un gran buro lleno de libros que se 
ubicaba pegado junto a la pared. ¿Será que sacará un 
libro y se abrirá un pasadizo secreto? Oh, Dios. 
Estoy tan nerviosa y ansiosa que he perdido la 
razón. 
Drake comenzó a empujar el buro hacia un lado, 
dejando ver una pared polvorienta detrás de éste. 
Solté todo el aire que no me había dado cuenta que 
estaba reteniendo y miré a Drake con exasperación. 
El soltó una carcajada y, ésta vez, se dirigió hacia el 
costado de donde estaban las escaleras.
“¿En verdad creías que tenía una habitación secreta 
o algo parecido?” Dijo con una gran sonrisa estúpida 
en sus facciones, burlándose de mí. “Si tuvieras un 
poco de visión, y tal vez lógica, te habrías fijado 
para empezar en esta puerta.” Dijo sacando una 
llave de su bolsillo izquierdo, para en seguida abrir 
la puerta y desaparecer por la misma. 
Yo seguía de lado del buró, y después de intentar de 
borrar el rubor de mis mejillas, me dirigí a donde se 
había ido. ¿Cómo pude ser tan estúpida para no 
haber visto aquella puerta? 
Al entrar, lo primero que me llamó la atención 
fueron los grandes archiveros que estaban por toda 
la pequeña habitación. Algunos estaban abiertos y 
llenos. 
“Toma aquella silla de la esquina y tráela a mi 
lado.” Ordenó sentándose frente a una computadora. 
Cumplí con lo que me dijo y me senté a su lado, 
viendo enseguida escribía un correo en suizo. 
“¿Sabes hablar suizo?” Pregunté sorprendida. 
Reconocía el idioma por un amigo que trató de 
enseñarme a hablarlo. Fue un intento en vano. 
“Guarda silencio.” Gruñó sin siquiera dirigirme la 
mirada.
Bufé y saque mi celular, absorta de lo que Drake 
estaba haciendo ahora. La verdad es que esperaba 
una pelea o una acción ilegal, pero lo único que 
hacía Drake, era atacar el teclado del computador sin 
piedad. 
Sin que yo me diese cuenta, Drake sacó su celular y 
realizó una llamada. 
“Mike, dime exactamente cuántas personas tienen el 
archivo… Ya bloqueé el archivo a Sean Jacobs, 
Melinda Scott y Trevor Kensley. Los muy idiotas 
pensaron que no podría meterme a su disco duro… 
Sí, sí. Luego me lo pagarás… Te lo aseguro, ya 
limpié tu mierda. Vuelve a cometer el mismo error y 
estarás fuera, Mike, no miento… Entiendo…” 
Creo que todos mis sentidos estaban concentrados a 
lo que Drake estaba diciendo. Entonces, ¿eso era lo 
que estaba haciendo antes? ¿Hackeando 
computadoras? 
“Sí, se llama Payton… Exacto, la misa… Luego veo 
qué hago, de eso yo me encargo.” Colgó la llamada 
y automáticamente comencé a atormentarlo con mis 
preguntas.
“¡¿Por qué dijiste mi nombre?! ¿Hackeas a las 
personas? ¿Por eso eres tan amargado? ¡¿Hablaste 
con tus amigos sobre mí?! ¿Por qué? ¿Tú has…” 
“Si no cierras tu boca en este momento juro que me 
encargaré de que para el día de mañana, no estés 
dentro del sistema de la Universidad y te quedes 
afuera del curso.” Dijo más que estresado. 
Inmediatamente me callé, no quería aumentar su 
enojo hacia mi. Suspiró pesadamente y me miró a 
los ojos. “Dije tu nombre porque te investigue el día 
que te conocí, a ti y a todos tus amigos. Ser hacker 
no te hace amargado. Y, sí, hable con Mike de ti 
porque me interesó un trabajo tuyo que hiciste sobre 
la mafia rusa, ya que tenemos problemas con 
algunos de ellos.” 
Una serie de pensamientos cruzaron por mi mente 
en aquel instante, intrigándome más sobre lo que 
Drake hacía para estar en problemas. 
“Uou, oye.” Dije al procesar de nuevo sus palabras. 
“¡¿Quién demonios te da el permiso de ver mis 
archivos o mi computadora y por qué jodidos me 
hackeas?!” 
Me miró impasible por un par de segundos, antes de 
levantarse bruscamente de su silla; tomó mis manos 
con fuerza bruta y me levantó de un jalón. Asustada,
miré sus ojos, que estaban echando chispas de 
fuego. 
“Escúchame bien, Payton.” Dijo lentamente. “No 
voy a andar aguantando lloriqueos de nadie. Tengo 
poca paciencia, y si quieres estar a mi alrededor te 
voy a pedir que cierres tu maldita boca, a menos de 
que te pida lo contrario. ¿Entendido?” 
“Sí… pero suéltame ya.” Susurré enojada. ¡Pero qué 
hombre tan más bruto, mal educado, grosero y 
patán! No quiero sentirme como una dama en 
peligro, pero su actitud es, ciertamente, muy mala 
para una mujer. 
Me soltó y desvió su mirada, relajando un poco su 
mandíbula y rascándose la cabeza. Respiró 
profundamente unos segundos, antes de volver a 
verme con la misma intensidad de hace unos 
momentos. 
“Solo, no me desesperes, no cuestiones lo que hago, 
y jamás me retes; son las cosas que pido.” Dijo 
cruzándose de brazos, dejándome ver lo musculosos 
que estaban. 
“No quiero retractarme en mi pregunta pasada, exijo 
saber por qué me has hackeado.” Dije con firmeza, 
aunque una parte de mí temblaba por su reacción.
Sorprendiéndome, sonrió de lado y comenzó a negar 
suavemente, soltando una pequeña risa a su vez. 
“En verdad, no sé aun si eres valiente o estúpida.” 
Dijo tomándome de la cintura. 
“¿Qué…qué estás haciendo?” Pregunté nerviosa. 
“¿Qué quieres que haga?” Preguntó acercándose a 
mis labios. 
Recargó su frente en mi frente y me miró a los ojos 
fijamente, tratando de ver lo que pensaba. Mi 
respiración estaba agitada por el evento que estaba 
sucediendo, y mi estado de alerta estaba 
completamente encendido. 
“Que te alejes.” Contesté cortadamente. “Aléjate.” 
Sentí como su cuerpo se tensó, evidentemente 
enojado; sin embargo, obedeció sin rechistar, 
soltándome y alejándose unos cuantos pasos. 
“Vamos, te llevaré de vuelta a tu dormitorio.”
4. ll 
“Payton.” Escuché a Melinda hablarme por enésima 
vez en el día, sin embargo, decidí ignorarla y fingir 
que no la había escuchado; tenía los audífonos 
puestos y escuchaba música instrumental, tratando 
de evadir todos los reproches de Melinda. Sin 
embargo, ella lograba sobrepasar los niveles 
volumen de la música. 
Sin que me lo espere, Melinda me quita los 
audífonos de un jalón, y me rebata el libro que tenía 
en las manos. Confundida y enfadada, la miró con el 
ceño fruncido y la mandíbula apretada. 
“¿Qué es lo que te sucede? Llevas días sin hablar 
conmigo o con los demás; lo único que haces es usar 
tu computadora o irte e ignorarme. De verdad me 
estás cansando con tu maldita indiferencia.” Dijo 
frustrada Melinda caminando de un lado a otro. Me 
dediqué a mirarla un segundo, meditando lo que 
dijo, y en seguida me paré y caminé a mi closet para 
sacar una chamarra y mis tenis para correr, tenía que 
salir urgentemente. “¡Lo estás haciendo otra vez! 
Por favor dime qué es lo que tienes, o por qué de 
repente te volviste tan… tan perra.” Al decir eso la
observe sorprendida, Melinda jamás se habría 
atrevido a decirme perra a mí o a nadie. 
Fue sólo en ese momento, en que me di cuenta que 
tenía lágrimas en los ojos, y ese fue mi aviso que 
debía salir de ahí si no quería empeorar la situación. 
Sabía que me estaba comportando muy mal con 
todos mis amigos, pero si quería mantener mi boca 
cerrada y no contar nada de lo que Drake me había 
enseñado, no podía estar junto a ellos. Era bastante 
difícil estar con Melinda todos los días en el mismo 
cuarto, e ignorarla como si estuviera sola. 
“Lo siento, pero no puedo decir nada.” Susurré antes 
de salir por la puerta, huyendo de las insistencias de 
Melinda. 
Caminé durante lo que parecieron horas, hasta llegar 
a un parque donde decidí sentarme a descansar. No 
dejaba de recordar todo lo que había pasado en los 
últimos días. 
Drake me recogía todos los días de la semana a las 
siete de la noche exactamente, para mis “clases” de 
hackeo. Las primeras veces sólo veía lo que hacía, 
pero no lograba entender nada de lo que me estaba 
diciendo. Después de una semana, comencé a 
adentrarme en el tema y conseguir mi primer hack. 
Un tal James Robertson, de cuarenta y cinco años,
que sus documentos más “importantes”, constaban 
de videos pornográficos caseros, algo que me dejo 
más que traumada descubrir. Esa fue la única vez 
que Drake había sonreído desde el incidente del casi 
beso. 
Drake sólo se limitaba a decirme que hacer, 
recogerme y llevarme de vuelta a mi residencia, y a 
corregir mis errores. Lo encontraba observándome 
con intensidad algunas veces, pero desviaba su 
mirada y se concentraba en su computadora, 
ignorándome aún más que antes. Pero para ser 
sincera, no me importaba en absoluto sus acciones, 
puesto que no me sentía atraída a él. Me intrigaba su 
vida y lo que hacía para vivirla, pero de ahí en más 
había una barrera que me impedía verlo como algo 
más. Y él lo sabía. 
Nunca dejarás de sorprenderte de las personas, y con 
esto me refiero a la gran sorpresa que me dio cuando 
hackié el Facebook de Carl Lohart, mi ex novio. El 
hombre ha sido traficante de drogas profesional por 
unos dos años; por lo que alcancé a leer, ha matado 
a más de quince personas, y entre esas personas 
están algunas chicas con las que se acostó o que 
salían con él; tiene un gran grupo de matones en 
caso de que él no pueda hacer el “trabajo sucio”, y el 
bastardo sigue yendo a la maldita iglesia con su cara
angelical y donando fuertes cantidades de dinero a la 
misma. Hipócrita enfermo malnacido. 
Claro está que cuando vi esto me puse histérica y 
comencé a gritar obscenidades, tratando de dejar que 
el rencor no se apoderara por completo de mi cuerpo 
y cometiera una estupidez, como denunciarlo o algo 
por el estilo. En cambio, Drake se dedicó a caminar 
a mi lado, leer lo que había visto, mandarle un virus 
y cerrar mi computadora, no sin antes amenazarme 
con que una palabra sobre eso y podría estar muerta. 
Eran incontables las personas que había hackeado 
desde entonces, y aun así, no dejaba de 
sorprenderme con lo que encontraba. Mi moral me 
reclama cientos de veces por mi falta de respeto a la 
privacidad ajena, sin embargo, mis ansias por saber 
más de los otros, y conocer sus más íntimos 
secretos, nublaban mi moral y comenzaba de nuevo 
con todo el proceso. Todo comenzó a ser una 
pequeña y cuidadosa adicción, pero la misma estaba 
terminando con mis amistades, con mi forma de ver 
el mundo, y con mi fe en la humanidad. 
“¿Payton?” Escuchó mi nombre, sacándome de mis 
pensamientos, y me giró a ver quién me habla. Es 
Ky.
“Ky, hola.” Dije sorprendida por encontrarlo en ese 
parque. 
“Mucho sin verte, Marllow.” Dijo sonriendo de 
lado. Traía ropa deportiva y estaba sudoroso, al 
igual que yo. 
“Si gustas sentarte.” Dije haciendo espacio en la 
banca, lo cual inmediatamente agradeció y se sentó. 
“He escuchado que ya eres una maldita antisocial, 
Payton.” Dijo calmando su respiración. 
“Sí, es lo que han dicho últimamente, pero para ser 
sincera, no me interesa.” Dijo

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Emine&Fougner
Emine&FougnerEmine&Fougner
Emine&Fougner
Angie M
 
Beautiful sacrifice
Beautiful sacrificeBeautiful sacrifice
Beautiful sacrifice
Maggie Grey
 
El amor no avisa
El amor no avisaEl amor no avisa
El amor no avisa
EliUri1800
 
Hoffmann kate -_legalmente_suya
Hoffmann kate -_legalmente_suyaHoffmann kate -_legalmente_suya
Hoffmann kate -_legalmente_suya
Laura Aldana
 
La profecia de Ellie
La profecia de EllieLa profecia de Ellie
La profecia de Ellie
Cruella Devil
 
Donde habitan los_angeles_claudia_celis
Donde habitan los_angeles_claudia_celisDonde habitan los_angeles_claudia_celis
Donde habitan los_angeles_claudia_celis
RamrezOmar1
 
2. losing hope
2. losing hope2. losing hope
2. losing hope
sky_fenix
 

La actualidad más candente (20)

Forever -judy_blume
Forever  -judy_blumeForever  -judy_blume
Forever -judy_blume
 
Crush nw
Crush nwCrush nw
Crush nw
 
Tiene que ser perfecto noa pascual
Tiene que ser perfecto   noa pascualTiene que ser perfecto   noa pascual
Tiene que ser perfecto noa pascual
 
Sing Me To Sleep - Angela Morrison
Sing Me To Sleep - Angela MorrisonSing Me To Sleep - Angela Morrison
Sing Me To Sleep - Angela Morrison
 
Beautiful stranger
Beautiful strangerBeautiful stranger
Beautiful stranger
 
Emine&Fougner
Emine&FougnerEmine&Fougner
Emine&Fougner
 
Beautiful sacrifice
Beautiful sacrificeBeautiful sacrifice
Beautiful sacrifice
 
Br jm
Br jmBr jm
Br jm
 
Colleen hoover never, never
Colleen hoover   never, neverColleen hoover   never, never
Colleen hoover never, never
 
El Hombrequeso
El HombrequesoEl Hombrequeso
El Hombrequeso
 
Traicionada
TraicionadaTraicionada
Traicionada
 
Se solicita novio... urgente! lia belikov
Se solicita novio... urgente! lia belikovSe solicita novio... urgente! lia belikov
Se solicita novio... urgente! lia belikov
 
El amor no avisa
El amor no avisaEl amor no avisa
El amor no avisa
 
Hoffmann kate -_legalmente_suya
Hoffmann kate -_legalmente_suyaHoffmann kate -_legalmente_suya
Hoffmann kate -_legalmente_suya
 
La profecia de Ellie
La profecia de EllieLa profecia de Ellie
La profecia de Ellie
 
Sábado de gloria
Sábado de gloriaSábado de gloria
Sábado de gloria
 
El Equipo De Baloncesto
El Equipo De BaloncestoEl Equipo De Baloncesto
El Equipo De Baloncesto
 
Donde habitan los_angeles_claudia_celis
Donde habitan los_angeles_claudia_celisDonde habitan los_angeles_claudia_celis
Donde habitan los_angeles_claudia_celis
 
2. losing hope
2. losing hope2. losing hope
2. losing hope
 
Adelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca Fitzpatrick
Adelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca FitzpatrickAdelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca Fitzpatrick
Adelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca Fitzpatrick
 

Destacado

Infantil primaria definitiva_c
Infantil primaria definitiva_cInfantil primaria definitiva_c
Infantil primaria definitiva_c
FATIMAMI
 
Gestión de amenazas avanzadas para el CIO/CISO - SEGURINFO 2012 - Bogotá
Gestión de amenazas avanzadas para el CIO/CISO - SEGURINFO 2012 - BogotáGestión de amenazas avanzadas para el CIO/CISO - SEGURINFO 2012 - Bogotá
Gestión de amenazas avanzadas para el CIO/CISO - SEGURINFO 2012 - Bogotá
Gabriel Marcos
 
Modulo 1 a word order
Modulo 1 a   word orderModulo 1 a   word order
Modulo 1 a word order
Estela Bogado
 
Batería de Ordenadores Portatiles
Batería de Ordenadores PortatilesBatería de Ordenadores Portatiles
Batería de Ordenadores Portatiles
David Sanz
 
Unit 18 0- Team meeting of bringing together ideas sheet
Unit 18 0- Team meeting of bringing together ideas sheet Unit 18 0- Team meeting of bringing together ideas sheet
Unit 18 0- Team meeting of bringing together ideas sheet
mdrummond13
 
Mandatory subordination under the bankruptcy code
Mandatory subordination under the bankruptcy codeMandatory subordination under the bankruptcy code
Mandatory subordination under the bankruptcy code
David S. Kupetz
 

Destacado (20)

Infantil primaria definitiva_c
Infantil primaria definitiva_cInfantil primaria definitiva_c
Infantil primaria definitiva_c
 
Gestión de amenazas avanzadas para el CIO/CISO - SEGURINFO 2012 - Bogotá
Gestión de amenazas avanzadas para el CIO/CISO - SEGURINFO 2012 - BogotáGestión de amenazas avanzadas para el CIO/CISO - SEGURINFO 2012 - Bogotá
Gestión de amenazas avanzadas para el CIO/CISO - SEGURINFO 2012 - Bogotá
 
Minutes for Verdun / Le sud-ouest Public Information Meeting - may 25 2016
Minutes for Verdun / Le sud-ouest Public Information Meeting - may 25 2016Minutes for Verdun / Le sud-ouest Public Information Meeting - may 25 2016
Minutes for Verdun / Le sud-ouest Public Information Meeting - may 25 2016
 
Hacemos nuevos amigos en el parque
Hacemos nuevos amigos en el parqueHacemos nuevos amigos en el parque
Hacemos nuevos amigos en el parque
 
Modulo 1 a word order
Modulo 1 a   word orderModulo 1 a   word order
Modulo 1 a word order
 
Reglajes Circuito
Reglajes CircuitoReglajes Circuito
Reglajes Circuito
 
Batería de Ordenadores Portatiles
Batería de Ordenadores PortatilesBatería de Ordenadores Portatiles
Batería de Ordenadores Portatiles
 
Toi
ToiToi
Toi
 
Conservation You Can Taste: Heritage Seed Saving
Conservation You Can Taste: Heritage Seed SavingConservation You Can Taste: Heritage Seed Saving
Conservation You Can Taste: Heritage Seed Saving
 
Company Profile1.1
Company Profile1.1Company Profile1.1
Company Profile1.1
 
New business models - new sources of revenues
New business models - new sources of revenuesNew business models - new sources of revenues
New business models - new sources of revenues
 
Red
RedRed
Red
 
Hsin hao massage chair 2015
Hsin hao massage chair 2015Hsin hao massage chair 2015
Hsin hao massage chair 2015
 
Toc 14 febrer 2011[1]
Toc 14 febrer 2011[1]Toc 14 febrer 2011[1]
Toc 14 febrer 2011[1]
 
Unit 18 0- Team meeting of bringing together ideas sheet
Unit 18 0- Team meeting of bringing together ideas sheet Unit 18 0- Team meeting of bringing together ideas sheet
Unit 18 0- Team meeting of bringing together ideas sheet
 
Online Custumor Engagement with Contact Centers
Online Custumor Engagement with Contact CentersOnline Custumor Engagement with Contact Centers
Online Custumor Engagement with Contact Centers
 
Portes2
Portes2Portes2
Portes2
 
Folleto general P-LIB 2013
Folleto general P-LIB 2013Folleto general P-LIB 2013
Folleto general P-LIB 2013
 
Mandatory subordination under the bankruptcy code
Mandatory subordination under the bankruptcy codeMandatory subordination under the bankruptcy code
Mandatory subordination under the bankruptcy code
 
Estudios sobre la obra literaria de alberto jiménez ure (actualizado, 2016) pdf
Estudios sobre la obra literaria de alberto jiménez ure (actualizado, 2016) pdfEstudios sobre la obra literaria de alberto jiménez ure (actualizado, 2016) pdf
Estudios sobre la obra literaria de alberto jiménez ure (actualizado, 2016) pdf
 

Similar a Detected por Natalia Sanromán

Kenyon sherrilyn infinity las cronicas de nick gautier
Kenyon sherrilyn   infinity las cronicas de nick gautierKenyon sherrilyn   infinity las cronicas de nick gautier
Kenyon sherrilyn infinity las cronicas de nick gautier
Evelyn Amaya
 
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
Juan Jose Moreno Martinez
 
Khalid B. T. - Falsas promesas
Khalid B. T. - Falsas promesasKhalid B. T. - Falsas promesas
Khalid B. T. - Falsas promesas
Khalid B. T.
 
El principio del placer
El principio del placerEl principio del placer
El principio del placer
ÛrïËl Älv
 
Arthur conan doyle el mundo pérdido
Arthur conan doyle   el mundo pérdidoArthur conan doyle   el mundo pérdido
Arthur conan doyle el mundo pérdido
saul cuevas manriquez
 
Joyce, James. Dublineses
Joyce, James.   DublinesesJoyce, James.   Dublineses
Joyce, James. Dublineses
Kelita Vanegas
 

Similar a Detected por Natalia Sanromán (20)

Extracto martyn pig.
Extracto martyn pig.Extracto martyn pig.
Extracto martyn pig.
 
Volar sobre el pantano
Volar sobre el pantanoVolar sobre el pantano
Volar sobre el pantano
 
Kenyon sherrilyn infinity las cronicas de nick gautier
Kenyon sherrilyn   infinity las cronicas de nick gautierKenyon sherrilyn   infinity las cronicas de nick gautier
Kenyon sherrilyn infinity las cronicas de nick gautier
 
el tartufo obra.pdf
el tartufo obra.pdfel tartufo obra.pdf
el tartufo obra.pdf
 
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
#01_Carne_y_Sangre_Los_Vampiros_De_Shadows_Hills_Willow_Rose.pdf
 
Khalid B. T. - Falsas promesas
Khalid B. T. - Falsas promesasKhalid B. T. - Falsas promesas
Khalid B. T. - Falsas promesas
 
El primer beso
El primer besoEl primer beso
El primer beso
 
El primer beso
El primer besoEl primer beso
El primer beso
 
Cuauhtemoc Sanchez, Carlos - Volar Sobre El Pantano.pdf
Cuauhtemoc Sanchez, Carlos - Volar Sobre El Pantano.pdfCuauhtemoc Sanchez, Carlos - Volar Sobre El Pantano.pdf
Cuauhtemoc Sanchez, Carlos - Volar Sobre El Pantano.pdf
 
libro1
libro1libro1
libro1
 
El principio del placer
El principio del placerEl principio del placer
El principio del placer
 
la-mala-vida-monologo--0.pdf
la-mala-vida-monologo--0.pdfla-mala-vida-monologo--0.pdf
la-mala-vida-monologo--0.pdf
 
El odio que das.pdf
El odio que das.pdfEl odio que das.pdf
El odio que das.pdf
 
Arthur conan doyle el mundo pérdido
Arthur conan doyle   el mundo pérdidoArthur conan doyle   el mundo pérdido
Arthur conan doyle el mundo pérdido
 
After- Mil pedazos.pdf
After- Mil pedazos.pdfAfter- Mil pedazos.pdf
After- Mil pedazos.pdf
 
Joyce, James. Dublineses
Joyce, James.   DublinesesJoyce, James.   Dublineses
Joyce, James. Dublineses
 
Un verano desde mi ventana.3
Un verano desde mi ventana.3Un verano desde mi ventana.3
Un verano desde mi ventana.3
 
Un verano desde mi ventana.3
Un verano desde mi ventana.3Un verano desde mi ventana.3
Un verano desde mi ventana.3
 
Crave
CraveCrave
Crave
 
try not to breathe Jennifer R H
try not to breathe Jennifer R Htry not to breathe Jennifer R H
try not to breathe Jennifer R H
 

Último

CUADERNO GRUPAL wbigxvmdhishlsgksmhdhkdkhskgskgsglzkgKgsgkzkhpotx
CUADERNO GRUPAL wbigxvmdhishlsgksmhdhkdkhskgskgsglzkgKgsgkzkhpotxCUADERNO GRUPAL wbigxvmdhishlsgksmhdhkdkhskgskgsglzkgKgsgkzkhpotx
CUADERNO GRUPAL wbigxvmdhishlsgksmhdhkdkhskgskgsglzkgKgsgkzkhpotx
nicolaspea55
 
Arquitectura Paleocristiana y bizantina.
Arquitectura Paleocristiana y bizantina.Arquitectura Paleocristiana y bizantina.
Arquitectura Paleocristiana y bizantina.
CamilaIsabelaRodrigu
 
Carpeta de arte - proyecto cinematografico
Carpeta de arte - proyecto cinematograficoCarpeta de arte - proyecto cinematografico
Carpeta de arte - proyecto cinematografico
DiegoZamora57
 
Folleto tríptico informativo datos sida vih sencillo rosa rojo blanco.pdf
Folleto tríptico informativo datos sida vih sencillo rosa rojo blanco.pdfFolleto tríptico informativo datos sida vih sencillo rosa rojo blanco.pdf
Folleto tríptico informativo datos sida vih sencillo rosa rojo blanco.pdf
loypa08
 
Guía Didáctica-Matemática- tercer grado.pdf
Guía Didáctica-Matemática- tercer grado.pdfGuía Didáctica-Matemática- tercer grado.pdf
Guía Didáctica-Matemática- tercer grado.pdf
YafreisyAcosta1
 

Último (20)

11. Arquitectura Paraguaya Contemporánea.pdf
11. Arquitectura Paraguaya Contemporánea.pdf11. Arquitectura Paraguaya Contemporánea.pdf
11. Arquitectura Paraguaya Contemporánea.pdf
 
ESTUDIOS SOCIALES LIBRO DE OCTAVO DESDE LA UNIDAD TRES
ESTUDIOS SOCIALES LIBRO DE OCTAVO DESDE LA UNIDAD TRESESTUDIOS SOCIALES LIBRO DE OCTAVO DESDE LA UNIDAD TRES
ESTUDIOS SOCIALES LIBRO DE OCTAVO DESDE LA UNIDAD TRES
 
La Arquitectura del Eclecticismo Afiche Didáctico
La Arquitectura del Eclecticismo Afiche DidácticoLa Arquitectura del Eclecticismo Afiche Didáctico
La Arquitectura del Eclecticismo Afiche Didáctico
 
CUADERNO GRUPAL wbigxvmdhishlsgksmhdhkdkhskgskgsglzkgKgsgkzkhpotx
CUADERNO GRUPAL wbigxvmdhishlsgksmhdhkdkhskgskgsglzkgKgsgkzkhpotxCUADERNO GRUPAL wbigxvmdhishlsgksmhdhkdkhskgskgsglzkgKgsgkzkhpotx
CUADERNO GRUPAL wbigxvmdhishlsgksmhdhkdkhskgskgsglzkgKgsgkzkhpotx
 
D Agostino Antonio Teoria Musical Moderna.pdf
D Agostino Antonio Teoria Musical Moderna.pdfD Agostino Antonio Teoria Musical Moderna.pdf
D Agostino Antonio Teoria Musical Moderna.pdf
 
Arquitectura Paleocristiana y bizantina.
Arquitectura Paleocristiana y bizantina.Arquitectura Paleocristiana y bizantina.
Arquitectura Paleocristiana y bizantina.
 
Mito de Teseo y Ariadna Mito de Teseo y Ariadna.
Mito de Teseo y Ariadna Mito de Teseo y Ariadna.Mito de Teseo y Ariadna Mito de Teseo y Ariadna.
Mito de Teseo y Ariadna Mito de Teseo y Ariadna.
 
ARQUITECTURA PALEOCRISTIANA Y BIZANTINAA
ARQUITECTURA PALEOCRISTIANA Y BIZANTINAAARQUITECTURA PALEOCRISTIANA Y BIZANTINAA
ARQUITECTURA PALEOCRISTIANA Y BIZANTINAA
 
Bitácora de historia: barroco y neoclásico
Bitácora de historia: barroco y neoclásicoBitácora de historia: barroco y neoclásico
Bitácora de historia: barroco y neoclásico
 
ARTE RECONOCIDO A NIVEL MUNDIAL Y ALGUNAS DE SUS CURIOSIDADES
ARTE RECONOCIDO A NIVEL MUNDIAL Y ALGUNAS DE SUS CURIOSIDADESARTE RECONOCIDO A NIVEL MUNDIAL Y ALGUNAS DE SUS CURIOSIDADES
ARTE RECONOCIDO A NIVEL MUNDIAL Y ALGUNAS DE SUS CURIOSIDADES
 
BASICO ASHANINKA LOS SALUDOS-curso de id
BASICO ASHANINKA LOS SALUDOS-curso de idBASICO ASHANINKA LOS SALUDOS-curso de id
BASICO ASHANINKA LOS SALUDOS-curso de id
 
Carpeta de arte - proyecto cinematografico
Carpeta de arte - proyecto cinematograficoCarpeta de arte - proyecto cinematografico
Carpeta de arte - proyecto cinematografico
 
39. OLIMPIA, LOS JUEGOS OLÌMPICOS EN LA ANTIGUA GRECIA
39. OLIMPIA, LOS JUEGOS OLÌMPICOS EN LA ANTIGUA GRECIA39. OLIMPIA, LOS JUEGOS OLÌMPICOS EN LA ANTIGUA GRECIA
39. OLIMPIA, LOS JUEGOS OLÌMPICOS EN LA ANTIGUA GRECIA
 
El-Nazismo REFORZAMIENTO (1).pdf123456789
El-Nazismo REFORZAMIENTO (1).pdf123456789El-Nazismo REFORZAMIENTO (1).pdf123456789
El-Nazismo REFORZAMIENTO (1).pdf123456789
 
Folleto tríptico informativo datos sida vih sencillo rosa rojo blanco.pdf
Folleto tríptico informativo datos sida vih sencillo rosa rojo blanco.pdfFolleto tríptico informativo datos sida vih sencillo rosa rojo blanco.pdf
Folleto tríptico informativo datos sida vih sencillo rosa rojo blanco.pdf
 
Guía Didáctica-Matemática- tercer grado.pdf
Guía Didáctica-Matemática- tercer grado.pdfGuía Didáctica-Matemática- tercer grado.pdf
Guía Didáctica-Matemática- tercer grado.pdf
 
diagrama de flujo de hackeo de almeida edgar.pptx
diagrama de flujo de hackeo de almeida edgar.pptxdiagrama de flujo de hackeo de almeida edgar.pptx
diagrama de flujo de hackeo de almeida edgar.pptx
 
El Arte ultimo del siglo XX-Ana Guash.pdf
El Arte ultimo del siglo XX-Ana Guash.pdfEl Arte ultimo del siglo XX-Ana Guash.pdf
El Arte ultimo del siglo XX-Ana Guash.pdf
 
Unidad_2_B8_Land_Art.(1).pptx land art fotografia arte
Unidad_2_B8_Land_Art.(1).pptx land art fotografia arteUnidad_2_B8_Land_Art.(1).pptx land art fotografia arte
Unidad_2_B8_Land_Art.(1).pptx land art fotografia arte
 
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX...
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX...XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX...
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX...
 

Detected por Natalia Sanromán

  • 1.
  • 3. Ilustración de la cubierta: Natalia M. Sanromán Copyright © Natalia M. Sanromán 2014 Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamos públicos 1a edición, Septiembre del 2014 Impreso en México
  • 4. Para mis abuelos, Maria Teresa y Armando.
  • 5. Prólogo "Tienen a Francis también, Payton" Richard me dijo exasperado, ambos caminando de un lado a otro sin saber qué hacer, cómo escapar y dónde demonios esconder toda la evidencia. "No dirá nada, Richard, nadie lo hará. Ahora compórtate como un hombre y ayúdame a cargar esto" señalé el gran archivero que se encontraba junto a mi escritorio. "Mientras, yo me encargo de los discos duros de las computadoras." "Sabía que esto pasaría" rompió el silencio Richard después de estar conduciendo por dos horas hacia Liverpool, donde nos esperaba el único compañero que quedaba aparte de nosotros. Dee-dee. "No sé por qué estúpida razón me metí en este lío. ¡Los odio a todos!" Dijo soltando un par de lágrimas, cosa que me hizo poner los ojos en blanco. Qué patético se veía. "Cierra la maldita boca de una ves, marica" exploté harta de escuchar tantos reclamos de él en toda la semana que llevabamos con este problema. "Entiende que a nadie le importa un maldito pepino si nos odias o no, ¿qué se te olvida que fue por tu odiosa culpa que nos hayan atrapado? O, ¿acaso ya lo olvidaste? Todos estamos metidos en esto por diferentes razones, y le debemos al grupo salvar
  • 6. todo los que nos queda, pero no puedo hacer nada de eso si no te agarras tus huevos y los llevas contigo todo el tiempo, lo menos que necesito es un cobarde chillón" Richard dejó de llorar para dirigirme después una cara fría y calculadora, al igual que la mía. Ambos soltamos un largo suspiro antes de pisar el pedal del acelerador a su máxima potencia. Yo no caería, preferiría estar muerta a caer.
  • 7. 1. Reunión 7 meses antes El sudor corría por mi frente como cascada, llevaba nueve kilómetros corriendo, me faltaba un maldito kilómetro para por fin romper mi récord. Después de un año, por fin podré completar los diez kilómetros en 35 minutos. Si me obligaran a escoger entre ser caníbal o dejar de correr, creo que tal vez optaría por lo primero; correr era de las únicas formas en que dejaba todo atrás, y me sentía completamente libre. Al sonar la alarma en mi celular que indicaba mi gran logro, me dirigí de inmediato a mis residencias caminando, tratando de recuperar el aire perdido. Al llegar, lo primero que llegó a mis oídos fue la inquietante voz de Steph, la vecina, ensayando otra de sus canciones para el recital que habría dentro de dos semanas. Llevaba tres años estudiando en la Universidad, y aún no puedo entender la razón de por qué le dan el gran honor a Steph para cantar el coro principal. Entro a mi cuarto y lo primero que encuentro es el desastre que tiene Melinda, mi compañera, en más de la mitad del cuarto. He pensado varias veces cambiar de compañera de cuarto, pero luego recuerdo que todas las demás son demasiado estresantes y chillonas para mi gusto. Prefiero
  • 8. el desorden antes que un cuarto color rosa con edor a perfume de vainilla, simplemente repugnante. "Llegas temprano" fue lo primero que dijo Melinda al verme. Hice una cara de disgusto por el holor de azufre que había. "¡¿Por qué demonios tienes que hacer tus experimentos raros dentro de la habitación?! Creí que ya habíamos llegado a un acuerdo." dije pateando algunos materiales de trabajo que estaban en mi parte del cuarto. "¡Hey! Eso es delicado" Me regañó, ignorando por completo mi queja anterior. Bufé fastidiada y me dirigí a mi escritorio, tenía una infinidad de trabajos que realizar y el ruido de Steph no ayudaba en nada, por no decir el olor intenso de azufre de Melinda. "Payton, habrá una reunión en casa de Richard. Quiero que vayamos juntas, ¿sí?" Dijo después de un tiempo. Rodeé mis ojos fastidiada. Melinda sabía perfectamente lo que sentía por el imbécil de Richard. Era más delicado que la flor más roja del parque, un estúpido cobarde que sólo estudiaba una ingeniería para complacer a su padre, siendo un completo imbécil en las matemáticas, el chico es un completo fracaso. Lamentablemente, resultó ser que compartíamos algunas clases, al igual que con Melinda, y su relación amistosa dio fruto a una relación amorosa, por lo cual lo tenía que ver prácticamente todo el día, frustrando aún más mis días.
  • 9. "¿Sus padres no van a estar? Qué rebelde" dije con sarcasmo. ¡El inservible ni siquiera se podía despegar de su <<mami>> sin que el pobre llorara! "Prometieron quedarse en su cuarto mientras nosotros estaremos en el sótano" Melinda ignoró el sarcasmo que había en mi tono de voz y siguió hablando. "Sé que no se llevan nada bien, pero ahí estarán todos; Mike y Jane juraron no faltar, al igual que Lynn, Rupert, Francis y Ky. No tendrás que estar para nada con nosotros dos." A decir verdad, me agradaban demasiado los chicos, Lynn y todos ellos. Eran graciosos, inteligentes, les apetecía más un video juego y una buena cerveza que una salida nocturna, pero eso no evitaba sus presencias en las fiestas universitarias. Siendo de las únicas estudiantes mujeres a Ingeniería Civil de esta generación, me he tenido que acoplar a cada uno de sus comportamientos y, para ser sincera, creo que cada día que pasa pierdo cada enseñanza de la educación de una dama que mi madre batalló tanto por enseñarme. "Está bien, iré. Pero por favor, esta vez no hagas tus escenas con Richard, juro que los dos parecen principiantes besándose, lo único que se ven es babas." Dije de lo más sincera posible, era odioso ver eso, y repugnante hasta tal punto de tener que taparte los ojos como un infante y tararear una canción para acallar el sonido que hacen.
  • 10. "¡Qué grosera!" Dijo lanzándome una pequeña almohada, la cual esquivé sin ningún problema, gracias a los reflejos que el Box me había dejado. "Buena puntería" Señalé con ironía, a lo cual Melinda respondió gruñendo, causando una pequeña sonrisa socarrona en mis labios. °------°--------°-------°-------°---------°--------°-------°-------° "Eres un tramposo de mierda, Ky" grité aventando el control del Xbox ONE al sillón, enojada. Ya le había ganado a Rupert y Lynn en FIFA, y tenía la pequeña esperanza de poder ganarle sin problemas a Ky, pero se me había olvidado que él es el rey del video juego. Los demás son más apasionados a Halo, o Call of Duty, incluso a GTA, pero Ky amaba el futbol con toda su alma en todos los aspectos. Yo prefería el futbol americano. "Y tú una pésima perdedora, Marllow." respondió sonriendo de lado triunfante. Ky era el más atractivo de todos, y para mí, era el que menos aguantaba del pequeño grupo de amigos. Es la persona más culta que he conocido en el mundo, no hay un dato que él no sepa, y si lo hay, es seguro que pronto lo sabrá. Es alto, cabello castaño quebradizo y cuidadosamente peinado, ojos cafés obscuros y una nariz perfectamente imperfecta, si es que tiene sentido eso. De algún modo, siempre me ha desagradado el hecho que sea más inteligente que yo, es un golpe bajo para cualquiera.
  • 11. Lynn era robusto, era la persona más sarcástica del universo, pero era un genio para las derivadas, que eso para mí es un gran don. Curiosamente, es el único del grupo que tiene novia, aunque sólo la vea cada mes, pues ella estudia al otro lado del país. Sus ojos verdes son lo primero que te atrapan al conocerlo, es inevitable verlos sin admiración. En cambio, Rupert no era ni atlético ni obeso, era una persona fanática de la comida rápida, pero de algún modo, no engordaba ni un maldito kilogramo. Le decimos "La mecha defectuosa", pues es pelirrojo de familia exitosa, con todos sus hermanos siendo genios, Rupert fue el que salió defectuoso, no entiendo cómo ha logrado pasar todos los años. "¿Qué piensan del nuevo amiguito de Francis?" preguntó Ky dándole un trago a su cerveza, aún dirigiéndome miradas burlonas. "Se ve buena gente" admití sin interés, encogiéndome de hombros y quitándole la bolsa de palomitas a Lynn, recibiendo un insulto de su parte. "¿Cómo era que se llamaba? ¿Luke? ¿Louis? ¿Lance?" "Dee-dee, idiota." exclamó Lynn quitándome las palomitas. "No confío en él." "Ni yo, se ve como alguien que podría patear el trasero si hago algo que no le guste." Dijo Rupert con la boca llena de papas fritas siendo masticadas.
  • 12. "Hasta Payton te ha partido el trasero, Rupert." dijo Ky poniéndose de pie, haciéndonos reír a todos "Pero, la verdad es que sí es algo intimidante." Dee-dee era la persona más fornida que había visto jamás, era morocho, y podría jurar que sus ojos eran de color negro, aunque fuera imposible. Cuando me saludó, juro que un escalofrío corrió por todo mi cuerpo. Sí, era intimidante y terriblemente grande, pero no podía decir aquellas cosas frente a los chicos, los conozco y estoy seguro de que pensarían que lo estoy criticando, aunque ellos lo hagan peor. Me levante de mi asiento para dirigirme a la cocina en busca de otra cerveza, llevaba sólo una en toda la noche tratando de controlarme, pues supuestamente estaba en otro intento de dieta. Tomé mi cerveza y al cerrar el refrigerador me encuentro con la cara de Dee-dee. Solté un pequeño grito por la sorpresa y el susto, mientras él sólo me veía con detenimiento, perforándome con sus ojos negros, causando un miedo dentro de mí. "Amigo, me has sacado un susto." dije después de unos segundos soltando una leve risa, tratando de esconder mi miedo al estar aquí con él. "No fue mi intención." respondió seco, abriendo de nuevo el refrigerador y sacando otra cerveza. "Entonces, soy intimidante." no sonó como pregunta. Oh, Dios, él nos había escuchado.
  • 13. "Pues, se nota que haces pesas, amigo. Por supuesto que intimidas un poco." dije sonriente, aunque por mi interior estaba temblando de nervios, no sabía qué hacer. Me miró de nuevo, profundo, sin decir nada. Yo solo me dedicaba a mirar a todos lados menos a sus ojos negros. "¿Por qué yo no te intimido?" Dijo después de un tiempo. ¡¿Qué?! ¡Por supuesto que me intimidas a sobremanera! "¿Por qué lo dices? Me das un poco de miedo, porque eres muy grande, pero es todo, no te preocupes" dije las primeras palabras que cruzaron por mi mente, no podía pensar con claridad. "Yo no me preocupo." dijo acercándose más a mí, ahogué un grito de miedo, pues de algún modo se veía enojado "Y deberías tenerme pavor, amiga. No soy nada amable." dijo recalcando la palabra amiga. "Bueno, uno puede equivocarse ¿cierto?" dije tratando de alivianar el ambiente. "No en mi mundo. Un error, y estás muerto." dijo viéndome una vez más, para voltearse e irse de la cocina. Inmediatamente me recargué en el refrigerador, pensando en lo que había pasado. ¿De qué demonios hablaba ese chico?
  • 14. 2. Curiosidades Llevaba una semana de no ver al tal Dee-dee, y mi inquietud hacia él aún no había desaparecido. Trato de concentrarme en mis tareas y trabajos, incluso he llegado a correr más de la cuenta para quitar su imagen intimidante se mi mente, pero el hombre está decidido a permanecer hasta en mis sueños. No era que me había gustado o algo parecido, sino las cosas que me dijo. “Un error y estás muerto.” Recuerdo que dijo, pero el significado de esas palabras me tenía ansiosa por saber la verdad oculta. Lo único que me distraía de mi mente fastidiosa y sus pensamientos incesantes, era el gran examen que se avecinaba. Trataba de estudiar con todas mis fuerzas, pero el único éxito obtenido fue aprenderme los primero cinco temas. El ruido de mi celular al recibir un mensaje fue lo que me hizo dejar el estudio a un lado. Era un mensaje de Lynn Payton, agarra tus apuntes y libros y tráetelos al depa de Francis, no entendemos nada jaja. –Lynn
  • 15. Bufé frustrada aventando mi celular. No me gustaba la idea de ir a estudiar en grupo, y menos en casa de Francis, comúnmente eran todos los chicos, incluyendo a Ky, que este terminaba discutiendo conmigo sobre temas del examen, dejando a todos aún más estresados que antes. Era espantoso. Sin embargo, era obvio que si me quedaba no obtendría un mejor resultado. Son unos inservibles -.- ya voy para allá –Payton Mandé el mensaje y me encaminé al departamento de Francis, el cual quedaba a unos diez minutos caminando desde mis residencias. Tendría tiempo suficiente para calmarme un poco. “Ky, por enésima vez, te digo que no puede ser así.” dije señalando el maldito apunte de Ky, tratando de controlar mis ganas de asesinarlo. “Si tu construyes un muro en este lugar, es evidente que con cualquier lluvia se caerá.” “Payton, entiendo que siempre tienes la necesidad de tener la razón, pero temo decirte que la única equivocada aquí eres tú, cariño.” Dijo Ky, con una sonrisa socarrona adornando su estúpida cara.
  • 16. “Mira, Ky, no necesito tener siempre la razón. Pero en este caso, yo estoy bien, y no hay modo que me puedas contradecir y lo sabes.” Concluí. Ambos nos mirábamos directo a los ojos, ninguno dispuesto a ceder en su error. Tenía mi mandíbula tensa y mis puños cerrados, siempre me ponía así cuando estaba furiosa, y aunque me doliera aceptarlo, la verdad es que no me gusta dañar mi orgullo y decir que estoy equivocada en algo. “Payton, puede que Ky tenga razón, ¿sabes?” Interrumpió Rupert llamando mi atención, rompiendo mi duelo de miradas con Ky a regañadientes. “Puede que no sea muy bueno en esto, pero recuerdo perfectamente que el profesor nos repitió como cinco veces que con ciertos tipos de materiales y el plan exacto elaborado, era posible que una construcción de ese peso se podría realizar, sin importar el clima.” Ky al escucharlo, sonrió victoriosamente, con un destello en sus ojos marrones; sabía que estaba feliz, siempre lo estaba cuando lograba fastidiarme. “Que extraña sorpesa, Payton. Como siempre, no has tenido la razón.” Dijo Ky, obviamente tratando de aumentar el daño a mi orgullo, como si fuese posible.
  • 17. “En realidad,” se escuchó una voz que me heló la sangre por completo “la chica tiene razón, con el tiempo, la construcción pierde fuerza, y la reconstrucción es bastante cara. Cualquier idiota lo sabe.” Dijo Dee-dee llegando al lado de Ky, mirándolo fijamente, retándolo. Todos estaban en completo silencio, incómodos ante la situación. Yo sólo me dedicaba a ver la escena con asombro. Dee-dee acababa de defenderme, pensé que el hombre quería cortarme la cabeza. “Pero es posible la construcción, lo cual hace que tú ganes el debate. Felicidades.” Concluyó Dee-dee palmeando el brazo de Ky mientras este se calmaba instantáneamente, estaba segura de que Ky le habría contestado una estupidez que tal vez lo habría dejado muerto. Ahí fue cuando por primera vez desde su intervención dirigió su mirada hacia mí. Pasmada, le devolví la intensa mirada, estaba asustada, por supuesto, pero mi curiosidad por saber qué hacía o a qué se dedicaba era aún mayor que antes. Estaba segura de algo, tenía que ganarme su confianza, cueste lo que cueste.
  • 18. Decidí sonreír de lado, y mirarlo de una manera menos…acusadora, así jamás decidiría confiar en mí. “Bueno, al principio pensé que me habías salvado de haber perdido el debate, amigo. Pero gracias por ilusionarme.” Dije riendo levemente, expresando confianza. “No tenía pensado defender a nadie, sólo recalcaba lo obvio.” Contestó secamente, desviando su mirada hacia mi cuerpo levemente, analizándolo. Maldito hijo de… “Bueno, di lo que quieras, pudiste haber sido mi héroe.” Dije acercándome más hacia él para darle una palmeada en el brazo. Él estaba sorprendido, era evidente que no esperaba esa reacción de mi parte y, sinceramente, yo menos. “Lamento interrumpir tu nuevo ligue, Payton,” Interrumpió Ky, viéndome con gesto de superioridad y algo más que no pude percibir. “pero aún tenemos que estudiar sesenta páginas más, creo que no hay tiempo suficiente para perderlo.” Hablando de idiotas… Como odiaba que Ky me dejara en ridículo frente a todos. Sentí como mis mejillas ardían me excusé con ir al baño. La verdad
  • 19. es que yo no intentaba ligar con Dee-dee, yo sólo quería demostrar que podía ser su amiga; yo sólo quería respuestas. Una vez calmada, y que el tono rojizo de mis mejillas ya hubiera desaparecido, decidí salir, no sin antes reírme de mi actitud de adolescente. Un golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos. Abrí la puerta para dejar entrar a la otra persona y, como era de esperarse, era Dee-dee. “No es normal eso de reírse sola en los baños, ¿sabes?” Dijo sonriendo levemente. Me quedé embobada viendo su sonrisa, pues dudo que en la vida lo vuelva a ver sonreír así. “Bueno, no me describo como alguien normal, así que no hay problema.” Dije riendo nerviosa, era muy incómoda la situación, yo aún dentro del baño y él recargado en el umbral. “Escucha, quiero disculparme, allá afuera, juro que sólo trataba de llevarme bien contigo, no creas que intentaba…” “No te preocupes.” Me interrumpió sonriendo aún más. “Sé que sólo querías poner celoso a tu noviecito aquel, lo entiendo. Aunque no me gusta ser usado.”
  • 20. “Uou, espera, ¿de qué novio hablas?” dije confundida. “Del sabelotodo con quien estabas peleando.” Dijo sin importancia. “¿Ky? Oh por Dios, jamás. Primero me aviento de un precipicio antes que salir con él.” Dije soltando una carcajada, era gracioso que alguien me imagine con Ky, simplemente algo imposible. “Pensé que tenían una relación o algo así.” Dijo encogiéndose. “No, siento desmentirte.” Dije viéndolo a los ojos, tratando de decirle por estos que me dijeran la verdad. Ambos nos veíamos sin decir nada, hasta que su celular comenzó a sonar. Soltando una maldición, contestó el teléfono. “¿Qué pasa ahora?... ¡No es posible que seas tan imbécil!, ¿cómo pudiste cagarla así, Mike?... Olvídalo, yo me encargo… Sólo cierra la boca y yo recogeré tu mierda, cómo siempre.” Colgó y cerró los ojos, tenía la mandíbula tensa y había perdido toda la amabilidad que tenía hace unos momentos.
  • 21. De repente, golpeó la pared con fuerza, causando un leve grito de sorpresa de mi parte, y que las fotos enmarcadas de la pared cayeran al suelo. Me miro a los ojos de nuevo, con una cólera inexplicable en sus ojos. “¿Qué escuchaste?” Dijo bastante serio. “Na… nada, sólo lo que tu dijiste.” Mis nervios que había tenido cuando recién lo había conocido estaban de regreso, yo apunto de desmayarme. “Ni una palabra de lo que acaba de pasar, ¿entiendes?” Asentí rápidamente. Giró y se encaminó fuera del pasillo, pero antes que saliera completamente, me miró de nuevo. Justo cuando estaba a punto de irse, le grité. “Espera” corrí hacia donde estaba él, teniendo el ceño fruncido por mi petición. “Escucha, sea lo que sea que tengas que hacer, quiero ir contigo.” Dije firmemente, en verdad no tenía nada mejor que hacer. Su ceño fruncido se transformó en una cara completa de sorpresa, la verdad ya no parecía del todo enojado, mi propuesta lo había alejado de cualquier pensamiento que antes hubiese tenido.
  • 22. “¿Por qué mierdas aceptaría a eso?” Dijo con voz ronca, tratando de intimidarme. “Porque quiero conocerte.” Eso definitivamente lo dejó asombrado. “Créeme, no es lo que quieres.” Dijo con una sombra oscura en sus palabras, sonriendo amargamente. “Eso ya lo decidiré yo.” Sabía que corría peligro, pero una parte de mí estaba harta de mi maldito promedio perfecto de excelencia, quería hacer algo diferente, y si eso involucraba meterse en la vida de un posible criminal bipolar, correría el riesgo. “Mientras, llévame a donde vayas.” “No sé si eres valiente o estúpida.” Dijo después de un momento de silencio. “Pero te llevaré, sólo para que aprendas que no todas las aventuras que vienen en las novelas son buenas.” “¿Qué quieres decir?” “Que te prepares para una buena visión de la realidad, y me refiero a la verdadera realidad.” Con mi curiosidad explotando mis pensamientos, nos dirigimos al automóvil de Dee-dee. Ahí fue cuando todo empezó.
  • 23. 3. Valentía o estupidez Todo el tiempo pasado dentro del automóvil de Dee-dee, se trató de un silencio mortal. Yo me dedicaba a mirar por la ventana absorta en mis propios pensamientos, mientras Dee-dee manejaba, su cara adornada por su mandíbula tensa. “¿Tu nombre es en realidad Dee-dee?” pregunté después de pensar en eso durante mucho tiempo. No se dignó a verme, mucho menos a contestarme. Hizo caso omiso a mis palabras y siguió viendo directamente al camino que estaba siguiendo, lo cual me hizo bufar y poner mis ojos en blanco. Parece un maldito adolescente. Dee-dee comenzó a bajar la velocidad de su automóvil frente a un lugar que se localizaba en un fraccionamiento solitario; sólo había dos casas en éste. Finalmente se estacionó en la segunda casa. “Mi nombre es Drake Donovan.” Dijo antes de abrir su puerta y dirigirse a la mía, la cual yo ya había abierto, pues nunca nadie me había abierto mi puerta, menos lo haría Dee-dee. “Y si mencionas mi nombre a cualquier habitante de esta ciudad, no
  • 24. tendré piedad al acabar contigo.” Dijo con voz grave y lenta, mirándome seriamente. Un escalofrío pasó por mi cuerpo y sólo me limite a asentir rápidamente. Este hombre terminaba con toda la valentía que tenía dentro de mí. Tomó mi mano con un poco de fuerza bruta y me jaló fuera del coche, caminando con prisa hacia la entrada de la casa. La puerta se veía grande y pesada, era de metal. En vez de tocar el timbre, Dee-dee sacó una tarjeta y la insertó en un orificio que había de lado del timbre. Una lámpara debajo del orificio se tornó color verde y se escuchó un gran sonido antes de abrirse la puerta. “¿Vives aquí?” Pregunté entrando a la hermosa casa que tenía frente a mí. “¿Podrías dejar de hablar por una mierda de segundo?” Dijo parando bruscamente, provocando que chocara con su espalda. Decidí ignorar mi furia creciente y no contestarle nada, era más que obvio que yo saldría peor que él en esta situación. Posó su mano en la parte baja de mi espalda para empujarme hacia un pasillo donde supuse que
  • 25. estaría la puerta para ir al sótano. No estaba equivocada. Abrí la puerta y baje las escaleras rápidamente, ansiosa por saber qué era lo que ocultaba Dee-dee, o mejor dicho Drake. Al prender la luz me tomó la sorpresa de encontrarme con un sótano común y corriente. Desilusionada y confundida volteé a mirar a Drake, pidiendo una explicación, mientras él sólo me veía desde el último escalón aún con una sombra de sonrisa en su cara. “En verdad eres una curiosa sin arreglo.” Dijo dirigiéndose a un gran buro lleno de libros que se ubicaba pegado junto a la pared. ¿Será que sacará un libro y se abrirá un pasadizo secreto? Oh, Dios. Estoy tan nerviosa y ansiosa que he perdido la razón. Drake comenzó a empujar el buro hacia un lado, dejando ver una pared polvorienta detrás de éste. Solté todo el aire que no me había dado cuenta que estaba reteniendo y miré a Drake con exasperación. El soltó una carcajada y, ésta vez, se dirigió hacia el costado de donde estaban las escaleras.
  • 26. “¿En verdad creías que tenía una habitación secreta o algo parecido?” Dijo con una gran sonrisa estúpida en sus facciones, burlándose de mí. “Si tuvieras un poco de visión, y tal vez lógica, te habrías fijado para empezar en esta puerta.” Dijo sacando una llave de su bolsillo izquierdo, para en seguida abrir la puerta y desaparecer por la misma. Yo seguía de lado del buró, y después de intentar de borrar el rubor de mis mejillas, me dirigí a donde se había ido. ¿Cómo pude ser tan estúpida para no haber visto aquella puerta? Al entrar, lo primero que me llamó la atención fueron los grandes archiveros que estaban por toda la pequeña habitación. Algunos estaban abiertos y llenos. “Toma aquella silla de la esquina y tráela a mi lado.” Ordenó sentándose frente a una computadora. Cumplí con lo que me dijo y me senté a su lado, viendo enseguida escribía un correo en suizo. “¿Sabes hablar suizo?” Pregunté sorprendida. Reconocía el idioma por un amigo que trató de enseñarme a hablarlo. Fue un intento en vano. “Guarda silencio.” Gruñó sin siquiera dirigirme la mirada.
  • 27. Bufé y saque mi celular, absorta de lo que Drake estaba haciendo ahora. La verdad es que esperaba una pelea o una acción ilegal, pero lo único que hacía Drake, era atacar el teclado del computador sin piedad. Sin que yo me diese cuenta, Drake sacó su celular y realizó una llamada. “Mike, dime exactamente cuántas personas tienen el archivo… Ya bloqueé el archivo a Sean Jacobs, Melinda Scott y Trevor Kensley. Los muy idiotas pensaron que no podría meterme a su disco duro… Sí, sí. Luego me lo pagarás… Te lo aseguro, ya limpié tu mierda. Vuelve a cometer el mismo error y estarás fuera, Mike, no miento… Entiendo…” Creo que todos mis sentidos estaban concentrados a lo que Drake estaba diciendo. Entonces, ¿eso era lo que estaba haciendo antes? ¿Hackeando computadoras? “Sí, se llama Payton… Exacto, la misa… Luego veo qué hago, de eso yo me encargo.” Colgó la llamada y automáticamente comencé a atormentarlo con mis preguntas.
  • 28. “¡¿Por qué dijiste mi nombre?! ¿Hackeas a las personas? ¿Por eso eres tan amargado? ¡¿Hablaste con tus amigos sobre mí?! ¿Por qué? ¿Tú has…” “Si no cierras tu boca en este momento juro que me encargaré de que para el día de mañana, no estés dentro del sistema de la Universidad y te quedes afuera del curso.” Dijo más que estresado. Inmediatamente me callé, no quería aumentar su enojo hacia mi. Suspiró pesadamente y me miró a los ojos. “Dije tu nombre porque te investigue el día que te conocí, a ti y a todos tus amigos. Ser hacker no te hace amargado. Y, sí, hable con Mike de ti porque me interesó un trabajo tuyo que hiciste sobre la mafia rusa, ya que tenemos problemas con algunos de ellos.” Una serie de pensamientos cruzaron por mi mente en aquel instante, intrigándome más sobre lo que Drake hacía para estar en problemas. “Uou, oye.” Dije al procesar de nuevo sus palabras. “¡¿Quién demonios te da el permiso de ver mis archivos o mi computadora y por qué jodidos me hackeas?!” Me miró impasible por un par de segundos, antes de levantarse bruscamente de su silla; tomó mis manos con fuerza bruta y me levantó de un jalón. Asustada,
  • 29. miré sus ojos, que estaban echando chispas de fuego. “Escúchame bien, Payton.” Dijo lentamente. “No voy a andar aguantando lloriqueos de nadie. Tengo poca paciencia, y si quieres estar a mi alrededor te voy a pedir que cierres tu maldita boca, a menos de que te pida lo contrario. ¿Entendido?” “Sí… pero suéltame ya.” Susurré enojada. ¡Pero qué hombre tan más bruto, mal educado, grosero y patán! No quiero sentirme como una dama en peligro, pero su actitud es, ciertamente, muy mala para una mujer. Me soltó y desvió su mirada, relajando un poco su mandíbula y rascándose la cabeza. Respiró profundamente unos segundos, antes de volver a verme con la misma intensidad de hace unos momentos. “Solo, no me desesperes, no cuestiones lo que hago, y jamás me retes; son las cosas que pido.” Dijo cruzándose de brazos, dejándome ver lo musculosos que estaban. “No quiero retractarme en mi pregunta pasada, exijo saber por qué me has hackeado.” Dije con firmeza, aunque una parte de mí temblaba por su reacción.
  • 30. Sorprendiéndome, sonrió de lado y comenzó a negar suavemente, soltando una pequeña risa a su vez. “En verdad, no sé aun si eres valiente o estúpida.” Dijo tomándome de la cintura. “¿Qué…qué estás haciendo?” Pregunté nerviosa. “¿Qué quieres que haga?” Preguntó acercándose a mis labios. Recargó su frente en mi frente y me miró a los ojos fijamente, tratando de ver lo que pensaba. Mi respiración estaba agitada por el evento que estaba sucediendo, y mi estado de alerta estaba completamente encendido. “Que te alejes.” Contesté cortadamente. “Aléjate.” Sentí como su cuerpo se tensó, evidentemente enojado; sin embargo, obedeció sin rechistar, soltándome y alejándose unos cuantos pasos. “Vamos, te llevaré de vuelta a tu dormitorio.”
  • 31. 4. ll “Payton.” Escuché a Melinda hablarme por enésima vez en el día, sin embargo, decidí ignorarla y fingir que no la había escuchado; tenía los audífonos puestos y escuchaba música instrumental, tratando de evadir todos los reproches de Melinda. Sin embargo, ella lograba sobrepasar los niveles volumen de la música. Sin que me lo espere, Melinda me quita los audífonos de un jalón, y me rebata el libro que tenía en las manos. Confundida y enfadada, la miró con el ceño fruncido y la mandíbula apretada. “¿Qué es lo que te sucede? Llevas días sin hablar conmigo o con los demás; lo único que haces es usar tu computadora o irte e ignorarme. De verdad me estás cansando con tu maldita indiferencia.” Dijo frustrada Melinda caminando de un lado a otro. Me dediqué a mirarla un segundo, meditando lo que dijo, y en seguida me paré y caminé a mi closet para sacar una chamarra y mis tenis para correr, tenía que salir urgentemente. “¡Lo estás haciendo otra vez! Por favor dime qué es lo que tienes, o por qué de repente te volviste tan… tan perra.” Al decir eso la
  • 32. observe sorprendida, Melinda jamás se habría atrevido a decirme perra a mí o a nadie. Fue sólo en ese momento, en que me di cuenta que tenía lágrimas en los ojos, y ese fue mi aviso que debía salir de ahí si no quería empeorar la situación. Sabía que me estaba comportando muy mal con todos mis amigos, pero si quería mantener mi boca cerrada y no contar nada de lo que Drake me había enseñado, no podía estar junto a ellos. Era bastante difícil estar con Melinda todos los días en el mismo cuarto, e ignorarla como si estuviera sola. “Lo siento, pero no puedo decir nada.” Susurré antes de salir por la puerta, huyendo de las insistencias de Melinda. Caminé durante lo que parecieron horas, hasta llegar a un parque donde decidí sentarme a descansar. No dejaba de recordar todo lo que había pasado en los últimos días. Drake me recogía todos los días de la semana a las siete de la noche exactamente, para mis “clases” de hackeo. Las primeras veces sólo veía lo que hacía, pero no lograba entender nada de lo que me estaba diciendo. Después de una semana, comencé a adentrarme en el tema y conseguir mi primer hack. Un tal James Robertson, de cuarenta y cinco años,
  • 33. que sus documentos más “importantes”, constaban de videos pornográficos caseros, algo que me dejo más que traumada descubrir. Esa fue la única vez que Drake había sonreído desde el incidente del casi beso. Drake sólo se limitaba a decirme que hacer, recogerme y llevarme de vuelta a mi residencia, y a corregir mis errores. Lo encontraba observándome con intensidad algunas veces, pero desviaba su mirada y se concentraba en su computadora, ignorándome aún más que antes. Pero para ser sincera, no me importaba en absoluto sus acciones, puesto que no me sentía atraída a él. Me intrigaba su vida y lo que hacía para vivirla, pero de ahí en más había una barrera que me impedía verlo como algo más. Y él lo sabía. Nunca dejarás de sorprenderte de las personas, y con esto me refiero a la gran sorpresa que me dio cuando hackié el Facebook de Carl Lohart, mi ex novio. El hombre ha sido traficante de drogas profesional por unos dos años; por lo que alcancé a leer, ha matado a más de quince personas, y entre esas personas están algunas chicas con las que se acostó o que salían con él; tiene un gran grupo de matones en caso de que él no pueda hacer el “trabajo sucio”, y el bastardo sigue yendo a la maldita iglesia con su cara
  • 34. angelical y donando fuertes cantidades de dinero a la misma. Hipócrita enfermo malnacido. Claro está que cuando vi esto me puse histérica y comencé a gritar obscenidades, tratando de dejar que el rencor no se apoderara por completo de mi cuerpo y cometiera una estupidez, como denunciarlo o algo por el estilo. En cambio, Drake se dedicó a caminar a mi lado, leer lo que había visto, mandarle un virus y cerrar mi computadora, no sin antes amenazarme con que una palabra sobre eso y podría estar muerta. Eran incontables las personas que había hackeado desde entonces, y aun así, no dejaba de sorprenderme con lo que encontraba. Mi moral me reclama cientos de veces por mi falta de respeto a la privacidad ajena, sin embargo, mis ansias por saber más de los otros, y conocer sus más íntimos secretos, nublaban mi moral y comenzaba de nuevo con todo el proceso. Todo comenzó a ser una pequeña y cuidadosa adicción, pero la misma estaba terminando con mis amistades, con mi forma de ver el mundo, y con mi fe en la humanidad. “¿Payton?” Escuchó mi nombre, sacándome de mis pensamientos, y me giró a ver quién me habla. Es Ky.
  • 35. “Ky, hola.” Dije sorprendida por encontrarlo en ese parque. “Mucho sin verte, Marllow.” Dijo sonriendo de lado. Traía ropa deportiva y estaba sudoroso, al igual que yo. “Si gustas sentarte.” Dije haciendo espacio en la banca, lo cual inmediatamente agradeció y se sentó. “He escuchado que ya eres una maldita antisocial, Payton.” Dijo calmando su respiración. “Sí, es lo que han dicho últimamente, pero para ser sincera, no me interesa.” Dijo