Este documento presenta una actividad para identificar si una palabra en negrita en diferentes oraciones corresponde a un determinante adjetivo o a un pronombre. También analiza los determinantes y pronombres en un extracto del libro "Rebeldes". La actividad busca distinguir entre estas dos categorías gramaticales en diferentes contextos oracionales y textuales.

1. EL DETERMINANTE Y EL PRONOMBRE
ACTIVIDADES
1.-Señala en estas oraciones si la palabra en negrita corresponde a un adjetivo
determinativo o a un pronombre.
a. Él vino todo el camino con nosotros.
b. Vuestros amigos eran muy divertidos.
c. Nadie fue capaz de decirnos qué pasó.
d. Anduvieron todos un buen rato.
e. Una vecina fue quién avisó.
f. Carmen vino conmigo a la fiesta.
g. Éste es mi hermano mayor.
h.El suyo parecía más viejo.
i. Vimos por la ventana esos pavos.
j. Alguien dijo que habías sido los primeros.
k. Doce fueron los que aprobaron.
l. El ganador fue nuestro primo.
m. Me dijeron que fuiste tú.
n. Iba acompañado por tu profesora.
o. Carmen recogió los papeles del suelo.
p. ¡Cuántos sellos había en la colección!
q. ¿Qué me dices?
r. El segundo fue el peor.
s. ¿Cuántos libros habías leído?
t. Lola pensaba venir con vosotros.
u. Los nuestros fueron los mejores.
v. Fuimos a visitar aquella fortaleza árabe.
w. ¡Te lo dije!
x. Ninguno fue capaz de decir la verdad.
y. Sólo algunos corredores consiguieron llegar.

2. z. Todos juntos lo lograremos.
aa. Varios jugadores acabaron lesionados.
bb. Usted debería descansar más.
cc. Julián vivía en la planta quinta.
dd. Los vieron disfrazados para la fiesta.
ee. Carmen les dijo que no era así.
ff. Los juguetes eran bastante antiguos.
2.-Analiza los determinantes y pronombres de este texto del libro
"Rebeldes"
Supe que esto no serviría de
nada - andar deprisa, quiero
decir- antes incluso de que el
Corvair parase a mi lado y
bajasen de él cinco socs. Me
asusté bastante- soy más
bien pequeño para tener
catorce años, aunque tengo
buena complexión, y aquellos
tipos eran mucho más
grandes que yo -. Automáticamente, metí los pulgares en los bolsillos y
me alejé cabizbajo, preguntándome si me sería posible salir de aquélla si
al menos intentaba escabullirme. Me acordé de Johnny - de su cara toda
cortada y magullada, y me acordé de cómo lloró cuando le encontramos,
medio inconsciente, en un rincón de un solar. En su casa, Johnny lo tenía
muy crudo; costaba mucho trabajo hacerle llorar.