El documento discute la historia de intolerancia y apoyo al fascismo por parte de la Iglesia Católica. Señala que la Iglesia ha reclamado el derecho a la intolerancia dogmática y ha justificado la condena a muerte de herejes. También destaca el apoyo del Vaticano a regímenes fascistas como el de Hitler en Alemania y Mussolini en Italia durante las décadas de 1920 a 1940. Finalmente, critica declaraciones intolerantes recientes de líderes religiosos como el Papa Benedicto XVI.