Este documento presenta las lecturas bíblicas de un día ordinario, incluyendo la primera lectura de Amós, el salmo responsorial y el evangelio de Mateo donde Jesús le dice a dos seguidores que dejen atrás sus compromisos terrenales para seguirlo. Luego ofrece una oración, petición, meditación, reflexión y propósito para seguir el ejemplo de entrega total a Cristo.
1. Primera Lectura: de la profecía de Amós (2,6-10.13-16):
Salmo Responsorial: Sal 49
R/. Atención, los que olvidáis a Dios
Evangelio: san Mateo (8,18-22)
Condiciones para seguir
a Jesús
Tiempo Ordinario. Cristo no
encuentra generosidad de
parte de aquellos a quienes Él
llama.
Autor: P. Aurelio Dávila | Fuente: Catholic.net
2. Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós (2,6-10.13-16):
Así dice el Señor: «A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le
perdonaré: porque venden al inocente por dinero y al pobre por
un par de sandalias; revuelcan en el polvo al desvalido y tuercen
el proceso del indigente.
Padre e hijo van juntos a una mujer, profanando mi santo
nombre; se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a
cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su Dios.
Yo destruí a los amorreos al llegar ellos; eran altos como cedros,
fuertes como encinas; destruí arriba el fruto, abajo la raíz.
Yo os saqué de Egipto, os conduje por el desierto cuarenta años,
para que conquistarais el país amorreo.
Pues mirad, yo os aplastaré en el suelo, como un carro cargado de
gavillas; el más veloz no logrará huir, el más fuerte no sacará
fuerzas, el soldado no salvará la vida; el arquero no resistirá, el
más ágil no se salvará, el jinete no salvará la vida; el más
valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día.»
Oráculo del Señor.
¡Es palabra de Dios! ¡Te alabamos Señor !
3. Salmo Responsorial 49
R/.Atención, los que olvidáis a Dios
«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.
«Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño.» R/.
«Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.» R/.
«Atención, los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios.» R/.
4. Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,18-22):
En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba
mucha gente, dio orden de atravesar a la otra
orilla.
Se le acercó un escriba y le dijo: «Maestro, te
seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió: «Las zorras tienen
madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del
hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.»
Otro, que era discípulo, le dijo: «Señor, déjame ir
primero a enterrar a mi padre.»
Jesús le replicó: «Tú, sígueme. Deja que los
muertos entierren a sus muertos.»
¡Es palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
5. Oración
Señor, aumenta mi fe, mi esperanza y mi
caridad. Teóricamente yo también quiero
seguirte, ansío ser fiel a los innumerables dones
de tu gracia; pero, bien conoces mi debilidad, mis
apegos... Hoy me pongo de rodillas ante Ti y te
suplico me des la luz y la fuerza de tu Espíritu
Santo.
Petición
Ven, Espíritu Santo, que nada me aparte de lo
primero que es en mi vida que es Dios.
6. Meditación
Quien lee atentamente el texto descubre que las
Bienaventuranzas son como una velada biografía interior de Jesús,
como un retrato de su figura.
Él, que no tiene donde reclinar la cabeza, es el auténtico pobre;
El, que puede decir de sí mismo: Venid a mí, porque soy sencillo y
humilde de corazón, es el realmente humilde; Él es
verdaderamente puro de corazón y por eso contempla a Dios sin
cesar.
Es constructor de paz, es aquel que sufre por amor de Dios: en
las Bienaventuranzas se manifiesta el misterio de Cristo mismo, y
nos llaman a entrar en comunión con Él.
Pero precisamente por su oculto carácter cristológico las
Bienaventuranzas son señales que indican el camino también a la
Iglesia, que debe reconocer en ellas su modelo; orientaciones
para el seguimiento que afectan a cada fiel, si bien de modo
diferente, según las diversas vocaciones. (Joseph Ratzinger,
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 36.)
7. Reflexión
Jesús al estar entre tanta gente pasa a la otra orilla del lago, no
para apartarse, sino para estar también con los del otro lado, para
que todos le puedan escuchar, pues cuando Jesús habla, su
corazón arde con el deseo de glorificar a su Padre, arde por
mostrar el amor que Dios nos tiene. Un amor que no es
masificado, sino personal, un amor que se dirige a cada uno por
nuestro nombre y apellido.
Apenas llega Jesús a la otra orilla, e inmediatamente un escriba le
dice: "Te seguiré adondequiera que vayas", y Jesús le da esa
respuesta que nadie se esperaba, seguramente que el escriba
quedó helado ante esta respuesta, pues ya no supo ni que decir.
¿Cómo Jesús siendo Dios no tiene dónde reclinar la cabeza? Jesús
es quien invita, "Llama" pero no encuentra generosidad de parte
de aquellos a quienes Él llama. Muchas veces encuentra temor,
egoísmo, búsqueda de propias realizaciones y proyectos... por eso
no tiene dónde reclinar la cabeza. Pero Él también ha dicho: "No
tengáis miedo, yo he vencido al mundo"
8. Jesús sigue caminando, dirige su mirada a un discípulo, y
todavía no le lanza la pregunta, es más ni le dice nada, el
discípulo se adelanta diciéndole "Señor, déjame ir primero a
enterrar a mi padre", hasta parecería un poco fuera de
contexto. Sin embargo Jesús, con esa mirada serena, llena
de paz, le mira a los ojos, le pone su mano en el hombro y
le dice: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus
muertos".
Señor si tu tienes palabras de vida eterna ¿Porqué me hago
sordo a tu voz?. Jesús nos llama a todos, Él nos pide algo a
cada uno. Hay a quienes llama a un mayor amor y
comprensión en el matrimonio, en el noviazgo, a otros a un
mayor compromiso concreto para ser mejores cristianos,
vivir la caridad en la familia como expresión de Su amor, o
una mayor entrega de nuestra vida, quizá me pide seguirle
más de cerca en la vida religiosa o consagrada.
En fin, Dios nos esta llamando y Él Espíritu Santo inspira a
cada uno.
9. Propósito
Por ello cada uno hagamos dos cosas: La
primera, reflexionar ¿Qué es lo que me pide
Dios? Y terminar este día tratando de descubrirlo.
Diálogo con Cristo
Que hoy Jesús puedas decirme, gracias a tu
respuesta y a tu generosidad, hoy encuentro
donde reclinar la cabeza.