1. 29:8 “Los hombres escarnecedores ponen la ciudad en llamas; mas los sabios apartan la ira.”
15:18 “El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la
rencilla.”
“Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os
será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo” (v. 10-11). (2.ª Pedro 1
“Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, REFRENE su
lengua de mal y sus labios no hablen engaño” (1 Pedro 3:10).
“Que a nadie DIFAMEN...” (Tito 3:2).
“Hermanos, NO MURMURÉIS los unos de los otros. El que murmura
del hermano y juzga a su hermano, murmura de la Ley y juzga a la
Ley; pero si tú juzgas a la Ley, no eres hacedor de la Ley, sino juez.
Uno solo es el dador de la Ley, que puede salvar y condenar; pero tú,
¿quién eres para que juzgues a otro?” (Santiago 4:11-12).
“Ninguna palabra corrompida SALGA de VUESTRA boca, sino la que
sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los
oyentes” (Efesios 4:29).