Génesis 2:17: Enseña la prueba de obediencia. El hombre tenía que escoger, y la desobediencia daría la muerte. Primeramente muerte espiritual, es decir separación de la comunión con Dios. Esta muerte espiritual traía como consecuencia que el proceso de muerte también empezó en el cuerpo. Génesis 3:6-8 enseña que el hombre desobedeció (pecó) y por eso murió espiritualmente, es decir que inmediatamente él fue separado de la comunión con Dios. (Él se escondió de la comunión con Dios) Ahora era pecador, tenía la naturaleza pecaminosa y estaba bajo el dominio de Satanás. Génesis 5:3 Los hijos de Adán nacieron, pues con la misma naturaleza pecaminosa que ya tenía su padre, es decir que nacieron muertos espiritualmente, nacieron pecadores bajo el dominio de Satanás. Así nacieron en la familia de Satanás. Todo esto Pablo confirmó en Romanos 5:12. Y en Efesios 2:1 se confirma que los que no tienen la salvación de Cristo son muertos espiritualmente. Podemos deducir que cada hombre, mujer y niño nace espiritualmente muerto, separado de Dios.