La distancia promedio entre parches de ecosistemas es un indicador clave de la pérdida de biodiversidad. Se calcula midiendo las distancias mínimas entre parches de bosque en una región usando imágenes satelitales, y tomando el promedio. Entre más distancia entre parches, menor es el flujo genético y la viabilidad de las poblaciones, amenazando la diversidad total. El indicador se aplica a Centroamérica y se actualiza cada cinco años.