La crisis económica actual comenzó en 2008 en Estados Unidos y fue causada principalmente por los altos precios de las materias primas, la sobrevalorización de productos, crisis alimentaria y energética, y una elevada inflación global. La restricción del crédito bancario y el ajuste de la industria de la construcción, que era el motor económico y generador de empleos, empeoraron la crisis. Según la teoría austriaca del ciclo económico, la causa raíz fue una expansión artificial del crédito.