Este documento discute el dominio de la lengua según la Biblia. Indica que debemos ser responsables por lo que decimos y seguir el ejemplo de Cristo. Aconseja aprender a callar cuando otros hablen mal de nosotros y confiar en Dios. También sugiere escoger nuestras palabras cuidadosamente para dar gloria a Dios y no usar la lengua para maldecir.