Los sensores miden variables ambientales como la temperatura y la humedad y envían esta información al sistema de control centralizado. El sistema de control procesa la información de los sensores y genera órdenes para los actuadores para modificar el estado de equipos e instalaciones. Los sistemas domóticos pueden tener una arquitectura centralizada, donde un controlador central recibe datos de múltiples sensores y controla actuadores, o descentralizada, donde pequeños dispositivos distribuidos adquieren y procesan datos de sensores.