Don Pedro hizo un pacto con la Muerte para obtener más fortuna a cambio de su alma. Cuando murió, la Muerte reclamó su alma y lo maldijo a permanecer en el panteón de las almas hasta que una familia lo ayudara. Años después, la familia de Joaquín, Joselyn y Damián se mudó a la casa embrujada por Don Pedro. Damián fue el único que podía ver y hablar con el fantasma de Don Pedro, quien le pidió ayuda. Finalmente, la familia acordó ayudar a Don Pedro