El documento describe cómo Samuel puso una piedra entre Mizpa y Sen y la llamó Eben-ezer, que significa "Piedra de Ayuda", para conmemorar cómo Jehová ayudó a Israel a derrotar a los filisteos. Explica que para llegar a un Eben-ezer, uno debe volverse completamente a Jehová, quitar los falsos dioses y preparar el corazón para servir solo a Jehová.