El documento discute tres razones por las que el formato impreso y el formato digital del libro podrán coexistir en el futuro: razones económicas, medioambientales y socioculturales. Argumenta que la industria editorial tradicional no es sostenible, pero que la gestión digital de la cadena de valor del libro a través de formatos digitales puede garantizar su continuidad y la convivencia de ambos formatos.