Este poema corto reflexiona sobre la necesidad de aprender constantemente y la importancia de la educación. El autor admite que entiende poco de lo que dice y pide luz para iluminar su entendimiento. Reconoce que aunque nunca es tarde para empezar a aprender, actualmente se siente como un cántaro vacío que presume de lo que no sabe.

1. Egopeya
A mi entender entiendo
Poco de lo que digo,
A buen saber suplico
Dadme un poco de luz,
Es menester arropar al mendigo
¿Por qué no al iletrado
Hacerlo bien sabido?
Nunca es tarde para empezar,
Me dijo un amigo,
A fuerza de leer
Ahora estoy contigo
Presumiendo de lo que no sé
Soy como un cántaro vacío.
Jaime Botello
Agosto 18 de 2016