El caballero Robert Fisher se esforzó tanto por ser el mejor en su reino que descuidó a su familia. Cuando intentó quitarse su pesada armadura, ya era demasiado tarde. Buscó ayuda en el bosque de Merlín, donde aprendió que debía aceptarse a sí mismo y vivir en silencio para conocerse. Finalmente venció a su dragón interior sobre el miedo y la duda, liberándose para experimentar el universo.