Un hombre era muy arrogante e insolidario, no le importaban los demás. Un día empujó a un policía y pasó dos días en la cárcel, pero no cambió su actitud. Más tarde insultó a un vendedor ambulante, quien le golpeó en respuesta. Desde entonces, el hombre se volvió solidario y comenzó a luchar por la paz, la justicia y el reconocimiento de los demás.