El documento describe cómo el Espíritu Santo guió a la iglesia primitiva a expandir su evangelización más allá de Jerusalén. Relata cómo los discípulos llevaron el evangelio a Antioquía y muchos griegos creyeron. La iglesia en Jerusalén envió a Bernabé para que los exhortara, y él buscó a Pablo para que lo ayudara a enseñar. Más tarde, el Espíritu Santo llamó a Bernabé y Pablo a una nueva obra misionera.