PARÁBOLA DEL BUEN PASTOR-CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
Lección 5 - Los Hechos del Espíritu Santo en y a través de la Iglesia
1. EL TRABAJO DE LOS APÓSTOLES, ANCIANOS Y
DIÁCONOS; SERMÓN Y MUERTE DE ESTEBAN.
Serie Fundamentos Firmes: Los hechos del Espíritu Santo en y a través de la
Iglesia
2. A. EL DESACUERDO
Aunque los creyentes
estaban testificando a
los demás y muchas
otras personas estaban
poniendo su fe en el
Señor Jesús, éste no fue
el fin de los problemas
para la iglesia. El
siguiente problema que
enfrentó no vino de
inconversos fuera de
ella, sino mediante
malos entendidos y
dificultades entre los
Leer Hechos 6:1
Aparentemente la
iglesia de Jerusalén
tenía muchas viudas.
Como estas viudas no
tenían familias que
vieran por ellas, la
iglesia estaba
proveyendo para su
sustento diario a través
de ofrendas voluntarias
de los miembros.
3. B. LA RESPONSABILIDAD DE LOS APÓSTOLES
Era responsabilidad de los apóstoles enseñar a la
gente lo que se debía hacer. Ellos llamaron a los
discípulos, o creyentes, los reunieron y les dijeron lo
que debían hacer.
“Entonces los doce convocaron a la multitud de los
discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la
palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues,
hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen
testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a
quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros
persistiremos en la oración y en el ministerio de la
palabra.”
(Hechos 6:2-4)
4. C. LA NECESIDAD DE DIÁCONOS
Así como hay la necesidad de hombres
que enseñen, guíen, animen y oren por los
hijos de Dios, hay también la necesidad de
personas que tengan cuidado de cosas
tales como recoger y distribuir ayuda para
los que necesitan del apoyo de la iglesia.
Notemos qué clase de personas dijeron los
apóstoles que escogieran…
“Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete
varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y
de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.”
(Hechos 6:3)
5. D. LA SELECCIÓN Y RECONOCIMIENTO DE DIÁCONOS
Los apóstoles oraron pidiendo al Señor dar a estos
hombres sabiduría en su nueva posición. Luego
colocaron sus manos sobre ellos para mostrar que,
junto con la iglesia, aprobaban a estos hombres como
diáconos y los apoyarían en su trabajo.
“Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a
Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a
Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás
prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los
apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.
(Hechos 6:5-6)
6. E. MUCHOS MÁS CONVERTIDOS
“Y crecía la palabra del Señor, y el número
de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén; también muchos
de los sacerdotes obedecían a la fe.”
(Hechos 6:7)
7. F. EL TESTIMONIO DE ESTEBAN
Uno de estos hombres escogidos para servir a
la iglesia se llamaba Esteban.
Esteban no solamente ayudaba a distribuir la
comida a las viudas en la iglesia, sino que
también enseñaba la Palabra de Dios a los
inconversos.
“Y Esteban, lleno de gracia y de
poder, hacía grandes prodigios y
señales entre el pueblo.”
(Hechos 6:8)
8. G. LAS ACUSACIONES FALSAS CONTRA ESTEBAN
“Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los
libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia,
disputando con Esteban. Pero no podían resistir a la sabiduría
y al Espíritu con que hablaba. Entonces sobornaron a unos para
que dijesen que le habían oído hablar palabras blasfemas
contra Moisés y contra Dios. Y soliviantaron al pueblo, a los
ancianos y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le
trajeron al concilio. Y pusieron testigos falsos que decían: Este
hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este
lugar santo y contra la ley; pues le hemos oído decir que ese
Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las
costumbres que nos dio Moisés. Entonces todos los que
estaban sentados en el concilio, al fijar los ojos en él, vieron su
rostro como el rostro de un ángel.” (Hechos 6:9-15)
9.
10. H. LA DEFENSA DE ESTEBAN
Hechos 7: 1-14
Hechos 7: 15-38
Hechos 7: 39-41
Hechos 7: 42-43
Hechos 7: 51,53
11. I. LA MUERTE DE ESTEBAN
“Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y
crujían los dientes contra él. Pero Esteban, lleno del
Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de
Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He
aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está
a la diestra de Dios. Entonces ellos, dando grandes voces,
se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. Y
echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos
pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba
Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y
decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas,
clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este
pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.” (Hechos 7:54-60)