El fantasma sufría de asma y le tenía miedo a los médicos. Cuando un médico fue a su casa, el fantasma escapó por la chimenea y se mudó a otro pueblo sin médicos. Sin embargo, dos médicos especializados en fantasmas lo encontraron y lo llevaron a una jaula para darle una inyección para su asma, con lo que el fantasma ya no tuvo más miedo a los médicos.