Gregg Braden es un científico que une la ciencia y lo espiritual. Experimentos muestran que el ADN humano cambia en respuesta a las emociones, incluso a distancias de 80 km. La vibración crea formas en la materia, por lo que los pensamientos y emociones nos influencian. Braden sugiere que debido a la disminución del magnetismo terrestre, los efectos de nuestros pensamientos se manifestarán más rápido, por lo que debemos enfocarnos en el amor.