El gusano medidor le dice al ruiseñor presumido que puede medir su hermosa cola para evitar ser comido. El ruiseñor acepta y el gusano mide su cola en cuatro pasitos. Luego, el gusano mide el pico del tucán, el cuello de la garza y la cola del pavo real a pedido del ruiseñor. Más tarde, cuando el ruiseñor enfurecido le pide medir su canto, el gusano logra escaparse mientras el ruiseñor canta tan bonito que atraen