Daniel impactó la sociedad a través de su sabiduría divina y fe en Dios, a pesar de vivir en medio de la idolatría. Fue admirado y reconocido por su integridad, oración constante y por interpretar visiones de manera que otros no podían. Su vida enseña a mantener la lealtad a Dios incluso en tiempos de juicio divino y a servir a los demás a través de la proclamación de la justicia y soberanía de Dios.