El párrafo enfatiza la importancia de la oración para los ministros, señalando que aquellos que oran verán grandes resultados en su labor a pesar de los obstáculos. Exhorta a los ministros a redimir el tiempo dedicado a la oración para acercarse a Dios con humildad y fe, pues Él está dispuesto a conceder su poder divino sin límite a quienes se lo pidan.