Prudencio Ibarretxe, un niño apasionado por la lectura y las matemáticas, encontró en Internet las coordenadas de una isla donde se hallaba el mayor tesoro matemático: la combinación del número interminable π. Tras meses de espera, Prudencio y su padre viajaron a la isla, donde Prudencio se rompió la pierna. Después de semanas de búsqueda encontraron un diario que los llevó a un acantilado, donde hallaron una caja con un papel que revelaba que π =