Dos niños, Lucas y Renata, eran muy buenos amigos desde el jardín de infantes pero Lucas tuvo que mudarse lejos. Luego de meses sin verse, sus madres los sorprendieron con un encuentro en el parque donde los niños se abrazaron contentos de reencontrarse. Aunque fue difícil despedirse, prometieron portarse bien para seguir viéndose los domingos en el parque.