Los gladiadores eran esclavos, prisioneros de guerra o condenados que combatían en los juegos romanos para ganar dinero y honor. Había diferentes tipos de gladiadores que se distinguían por su equipamiento, como los Andabatae que llevaban casco sin aberturas para los ojos, los equites que luchaban a caballo o en carrozas, y los Reciarius que solo usaban una túnica y tridente para protegerse.