El documento describe el plan de Dios para el funcionamiento correcto de la Iglesia según Efesios 4:7-16. Explica que Dios ha dado dones y posiciones diferentes como apóstoles, profetas y pastores para capacitar a los creyentes y edificar el cuerpo de Cristo. También destaca la importancia de que cada miembro de la Iglesia cumpla su función según sus dones para que la Iglesia crezca en unidad y madurez.