Los fariseos eran un grupo religioso judío caracterizado por su estricta observancia de la Ley y las tradiciones, aunque Jesús los critica por ser hipócritas y preocuparse más por las apariencias que por la justicia y el amor. Jesús reprende a los fariseos y los doctores de la ley por cumplir con los rituales pero ignorar los asuntos más importantes, y por imponer cargas a la gente que ellos mismos no están dispuestos a soportar.