El documento describe el sacramento del bautismo, explicando que a través del bautismo las personas se convierten en hijos de Dios, forman parte de la iglesia y se vuelven herederos del Reino de los Cielos. También purifica del pecado original y da fe y vida divina. El bautismo se administra mediante agua y la fórmula "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo".