El Sr. Edens se beneficia de ver cada uno de sus trabajadores Por Tony Horwitz HAGERSTOWN, Md. -- Control es una de las palabras favoritas de Ron Edens. "Este es un entorno controlado", dice sobre el edificio de ladrillos en blanco que alberga su empresa, Electronic Banking System Inc. En el interior, largas filas de mujeres se sientan en escritorios espartanos, abren sobres, clasifican contenidos y completan "tarjetas de control" que registran cuntas cartas han abierto y cunto tiempo les ha llevado. Los trabajadores aqu, en "la jaula", deben procesar tres sobres por minuto. Cerca, otras mujeres tocan teclados, siguiendo el ritmo de una cuota que exige 8.500 pulsaciones por hora. La habitacin est en silencio. Est prohibido hablar. Las ventanas estn cubiertas. Las tazas de caf, las imgenes religiosas y otros adornos estn prohibidos en los escritorios de los trabajadores. En su oficina de arriba, el Sr. Edens se sienta frente a un monitor de televisin que muestra imgenes de ocho cmaras colocadas en la planta. "Tiene un poco de Sneaky Pete", dice, usando un control remoto para acercar un documento sobre el escritorio de un trabajador. "Bsicamente puedo leer eso y descifrar cmo va el da de alguien". Este da, como la mayora de los dems, transcurre sin problemas y, como resultado, el negocio del Sr. Edens ha prosperado. "Mantenemos mucho control", dice. "El orden y el control lo son todo en este negocio". El negocio del Sr. Edens pertenece a un servicio financiero pequeo pero en expansin conocido como "procesamiento de caja de seguridad". Muchas empresas y organizaciones benficas que alguna vez hicieron su papeleo internamente ahora "contratan" tareas administrativas a firmas como EBS, que procesa donaciones a grupos como Mothers Against Drunk Driving, Doris Day Animal League, Greenpeace y la Organizacin Nacional para la Mujer. . En trminos ms generales, EBS refleja el crecimiento explosivo de los trabajos en los que los trabajadores realizan tareas limitadas y de bajo salario en entornos administrativos. Esto ha transformado ciudades como Hagerstown, una comunidad obrera muy afectada por los despidos industriales en la dcada de 1970, en sitios para miles de puestos de trabajo en oficinas del tamao de una fbrica. Sin embargo, muchos de estos trabajos son de tiempo parcial y la mayora paga mucho menos que las ocupaciones de manufactura que reemplazaron. Algunos trabajadores de EBS comienzan con el salario mnimo de $4.25 por hora y la mayora gana alrededor de $6 por hora. El crecimiento de tales puestos de trabajo, que a menudo se agrupan fuera de las principales ciudades, tambin completa un curioso crculo histrico. Durante la Revolucin Industrial, las hijas de los granjeros iban a trabajar a ciudades textiles como Lowell, Massachussets. En la Amrica posindustrial, muchas mujeres de medios y habilidades modestos ingresan a las fbricas de oficinistas donde procesan papel en lugar de tela (casualmente, EBS ocupa una antigua fbrica de ropa). "La oficina.

1. El Sr. Edens se beneficia de ver cada uno de sus trabajadores Por Tony Horwitz
HAGERSTOWN, Md. -- Control es una de las palabras favoritas de Ron Edens. "Este es un
entorno controlado", dice sobre el edificio de ladrillos en blanco que alberga su empresa,
Electronic Banking System Inc.
En el interior, largas filas de mujeres se sientan en escritorios espartanos, abren sobres, clasifican
contenidos y completan "tarjetas de control" que registran cuntas cartas han abierto y cunto
tiempo les ha llevado. Los trabajadores aqu, en "la jaula", deben procesar tres sobres por minuto.
Cerca, otras mujeres tocan teclados, siguiendo el ritmo de una cuota que exige 8.500 pulsaciones
por hora.
La habitacin est en silencio. Est prohibido hablar. Las ventanas estn cubiertas. Las tazas de caf,
las imgenes religiosas y otros adornos estn prohibidos en los escritorios de los trabajadores.
En su oficina de arriba, el Sr. Edens se sienta frente a un monitor de televisin que muestra
imgenes de ocho cmaras colocadas en la planta. "Tiene un poco de Sneaky Pete", dice, usando
un control remoto para acercar un documento sobre el escritorio de un trabajador. "Bsicamente
puedo leer eso y descifrar cmo va el da de alguien".
Este da, como la mayora de los dems, transcurre sin problemas y, como resultado, el negocio del
Sr. Edens ha prosperado. "Mantenemos mucho control", dice. "El orden y el control lo son todo en
este negocio".
El negocio del Sr. Edens pertenece a un servicio financiero pequeo pero en expansin conocido
como "procesamiento de caja de seguridad". Muchas empresas y organizaciones benficas que
alguna vez hicieron su papeleo internamente ahora "contratan" tareas administrativas a firmas
como EBS, que procesa donaciones a grupos como Mothers Against Drunk Driving, Doris Day
Animal League, Greenpeace y la Organizacin Nacional para la Mujer. .
En trminos ms generales, EBS refleja el crecimiento explosivo de los trabajos en los que los
trabajadores realizan tareas limitadas y de bajo salario en entornos administrativos. Esto ha
transformado ciudades como Hagerstown, una comunidad obrera muy afectada por los despidos
industriales en la dcada de 1970, en sitios para miles de puestos de trabajo en oficinas del tamao
de una fbrica.
Sin embargo, muchos de estos trabajos son de tiempo parcial y la mayora paga mucho menos
que las ocupaciones de manufactura que reemplazaron. Algunos trabajadores de EBS comienzan
con el salario mnimo de $4.25 por hora y la mayora gana alrededor de $6 por hora. El crecimiento
de tales puestos de trabajo, que a menudo se agrupan fuera de las principales ciudades, tambin
completa un curioso crculo histrico. Durante la Revolucin Industrial, las hijas de los granjeros iban
a trabajar a ciudades textiles como Lowell, Massachussets. En la Amrica posindustrial, muchas
mujeres de medios y habilidades modestos ingresan a las fbricas de oficinistas donde procesan
papel en lugar de tela (casualmente, EBS ocupa una antigua fbrica de ropa).
"La oficina del futuro puede parecerse mucho a la fbrica del pasado", dice Barbara Garson, autora
de "The Electronic Sweatshop" y otros libros sobre el lugar de trabajo moderno. "Se estn
utilizando herramientas modernas para llevar las condiciones de trabajo del siglo XIX al mundo de
cuello blanco".
Las filosofas de tiempo-movimiento de Frederick Taylor, por ejemplo, han encontrado un correlato
de la dcada de 1990 en el telfono, la computadora y la cmara, que se pueden usar para

2. monitorear a los trabajadores ms de cerca que un capataz con un cronmetro. Adems, la
naturaleza del trabajo a menudo justifica un ojo vigilante. En EBS, los trabajadores manejan miles
de dlares en cheques y efectivo, y Edens dice que las cmaras ayudan a disuadir a los posibles
ladrones. La estricta seguridad tambin tranquiliza a los clientes visitantes. "Si est desordenado,
pensarn que estamos fuera de control y que las cosas se pueden perder", dice Edens, quien
trabaj como controlador financiero para la Asociacin Nacional del Rifle antes de fundar EBS en
1983.
Pero la observacin minuciosa tambin ayuda a EBS a monitorear la productividad y descartar a los
trabajadores que no se mantienen al da. "Hay mltiples usos", dice Edens sobre la vigilancia. Su
escritorio est cubierto con impresiones de computadora que registran el nmero exacto de
pulsaciones de teclas realizadas por cada trabajador de entrada de datos. Tambin lleva un
registro diario de errores.
El piso de trabajo en s se parece a un enorme saln de clases en medio del perodo del papel. Los
escritorios apuntan hacia el frente, donde un gerente vigila desde una plataforma elevada que los
trabajadores llaman "el pedestal" o "la pajarera". Otros supervisores se ubican en la parte trasera
de la sala. "Si quieres ver a alguien", explica el Sr. Edens, "es ms fcil desde atrs porque no saben
que ests mirando". Tambin hay un globo negro que cuelga del techo, en el que se colocan las
cmaras.
El Sr. Edens no ve nada orwelliano en esta omnisciencia. "No es una actitud de Gran Hermano",
dice. "Es ms una actitud calmante".
Pero los estudios de monitoreo en el lugar de trabajo sugieren lo contrario. Los expertos dicen
que la vigilancia puede crear un ambiente hostil en el que los trabajadores se sientan
presionados, paranoicos y propensos a enfermedades relacionadas con el estrs. La vigilancia
tambin puede usarse de manera punitiva, para intimidar a los trabajadores o para justificar su
despido.
Tras una campaa sindical fallida en EBS, la Junta Nacional de Relaciones Laborales present una
serie de denuncias contra la empresa, incluidas acusaciones de que EBS amenaz, interrog y espi
a los trabajadores. Como parte de un acuerdo extrajudicial, EBS reintegr a un trabajador
despedido y public un aviso de que se abstendra de prcticas ilegales durante una segunda
votacin sindical, que tambin fracas.
"Todo es ruido", dice Edens sobre los cargos por trabajo injusto. En cuanto a la presin que crea la
vigilancia, el Sr. Edens lo ve simplemente como "la naturaleza de la bestia". Agrega: "Tiene que
agregar estrs cuando todos saben que su produccin est siendo monitoreada. No me disculpo por
eso".
El Sr. Edens tampoco se disculpa por las reglas de trabajo draconianas que mantiene, incluida
una que prohbe toda conversacin no relacionada con la finalizacin de cada tarea. "No le pago a la
gente para chatear. Les pago para abrir sobres", dice. Sobre las ventanas bloqueadas, el Sr.
Edens agrega: "No quiero que miren hacia afuera, es una distraccin. Cometern errores".
Este enfoque total puede aumentar la productividad, pero hace que muchos trabajadores se
sientan solos y atrapados. Algunos intentan eludir la regla del silencio, como nios en la biblioteca
de una escuela. "Si no voltea la cabeza y murmura por un lado de la boca, los supervisores no lo
escucharn la mayor parte del tiempo", explica Cindy Kesselring durante su hora de almuerzo. Aun

3. as, se siente aislada y, a menudo, aora su antiguo trabajo como camarera. "El trabajo es tu vida
social, especialmente si tienes hijos", dice la madre de 27 aos. Aqu es difcil conocer a la gente
porque no se puede hablar.
Durante el almuerzo, los trabajadores se amontonan en el estacionamiento afuera, charlando sin
parar. "Algunos de nosotros no comemos mucho porque cuanto ms masticamos, menos podemos
hablar", dice la Sra. Kesselring. No hay otros descansos programados y los trabajadores no
pueden tomar caf o comer en sus escritorios durante los largos perodos antes y despus del
almuerzo. Los dulces duros son el nico refrigerio de escritorio permitido.
La nueva tecnologa y la divisin del trabajo en tareas discretas y repetitivas tambin han despojado
de manera efectiva a trabajos como los de EBS de cualquier variedad y habilidades que alguna
vez posey el trabajo de oficina. Los trabajadores en la jaula (un trmino bancario anticuado para un
rea de manejo de dinero) solo abren sobres y clasifican el contenido; los del departamento de
auditora calculan cifras; y los empleados de entrada de datos ingresan la informacin que los dems
han recopilado. Si cometen un error, la computadora emite un zumbido y un mensaje como "error
de dgito de verificacin" parpadea en la pantalla.
"No les pedimos a estas personas que piensen; las mquinas piensan por ellos", dice Edens. "No
tienen que tomar ninguna decisin".
Esto simplifica el trabajo pero tambin profundiza su monotona. En la jaula, Carol Smith dice que
espera con ansias los sobres que contengan algo fuera de lo comn, como cartas que informen
que el donante ha fallecido. O ella juega juegos mentales. "Pienso para m mismo, A va en esta
pila, B va aqu y C va all, algo as como Bingo". Ella dice que a veces se siente "como una
mquina", particularmente cuando llena la "tarjeta de control" en la que enumera el "tiempo de
entrada" y el "tiempo de salida" para cada bandeja de sobres. En un espacio marcado como
"operador de jaula", la Sra. Smith escribe su nmero de cdigo, 3173. "Esa soy yo", dice.
Barbara Ann Wiles, una operadora de teclado, tambin juega juegos mentales para acabar con el
aburrimiento. Tecleando los nombres y direcciones de los nuevos donantes, trata de imaginar las
caras detrs de los nombres, en particular las extraas. "Como este, seora Fittizzi", se re. "Me la
imagino como una seora muy corpulenta con un fuerte acento, gritando en una esquina". Ella
escoge otra: "Doris Angelroth, es muy sofisticada, tal vez un monculo, bebe t en un sof de mohair
mullido".
Es un mundo alejado del que habita la Sra. Wiles. Como la mayora de los empleados de EBS,
debe hacer malabarismos entre su trabajo mal pagado y el cuidado de los nios. Este viernes, por
ejemplo, la Sra. Wiles terminar su turno de ocho horas alrededor de las 4 p. m., se ir a casa por
unas horas y luego regresar para un segundo turno desde la medianoche hasta las 8 a. para
terminar el trabajo de la semana. "De esta manera puedo estar en casa el fin de semana para
cuidar a mis hijos", dice.
A otros les resulta ms difcil dejar el trabajo al final del da. En la jaula, la Sra. Smith dice que su
esposo sola quejarse porque a menudo lo despertaba en medio de la noche. "Estara moviendo
las manos mientras dorma", dice, imitando el movimiento de abrir sobres.
Su colega de jaula, la Sra. Kesselring, dice que su prometido tiene una queja diferente. "Me
esquiva durante un par de horas despus del trabajo porque no me callo, necesito hablar, hablar,
hablar", dice. Y hay una tarea domstica que ya no puede soportar.

4. "No pagar las facturas porque no soporto abrir otro sobre", dice. "Dejar cartas en el buzn durante
das".
1994, The Wall Street Journal
Pregunta.2) a.)
. Realice algunas investigaciones sobre qu son exactamente la teora X y la teora Y,
respectivamente.
en los discursos de las escuelas de negocios sobre gestin. Ahora, establezca completa y
claramente cules son
Teora X y Teora Y respectivamente y reconozca las fuentes de su
informacin. (6 puntos)
b.)
. Como seguimiento a la pregunta C anterior, en cul de las dos teoras aparece el Sr. Edens?
haber abrazado? Y pruebe el caso de que est en lo cierto seleccionando y
presentando seis piezas de informacin del material cargado para respaldar su eleccin.
Presente cada declaracin de la informacin seleccionada en forma separada y numerada.
oraciones. (12 puntos)