Este documento narra la historia de Elzéard Bouffier, un pastor solitario que decidió repoblar una región de los Alpes francesas que se estaba muriendo debido a la falta de árboles. Plantó cientos de bellotas todos los días durante décadas hasta que, al final de su vida, había transformado el paisaje árido en un bosque verde que atrajo a nuevos pobladores a la región.