El médico le informó a una familia que su pariente enfermo necesitaba un trasplante de cerebro experimental y costoso. Cuando le preguntaron al médico cuánto costaba un cerebro, él respondió que uno de hombre costaba 5,000 euros y uno de mujer costaba 200 euros. Explicó que los cerebros femeninos eran más baratos porque eran los únicos que estaban usados.