El poema describe la escena de Cristo en la cruz y la reflexión del autor sobre su propio sufrimiento frente a la imagen de Jesús crucificado. Al ver el cuerpo destrozado y solo de Cristo en la cruz, el autor se da cuenta de que sus propias quejas y dolencias son insignificantes, y solo desea estar junto a la imagen de Cristo para aprender que el dolor es la llave para acceder a lo sagrado.