El poema del mío cid describe las virtudes del legendario héroe español El Cid. El Cid era valiente, leal a su rey y país, y generoso con sus soldados. Gracias a su coraje y liderazgo militar, ayudó a expulsar a los moros de España y ganó mucha tierra y riquezas para sí mismo y sus hombres. Su honor, lealtad y fama crecieron debido a sus muchas hazañas heroicas en batalla.
1. El poema del mío cid
Temática: El cid y sus virtudes
Se trata de una figura histórica y legendaria y de las cuantiosas virtudes del
protagonista de la obra, Rodrigo Díaz de Vivar, mejor conocido como El Cid o
Campeador (que significa señor batallador).
Rodrigo Díaz de Vivar, un representante de la naciente baja nobleza en castilla, a la
que se le atribuían cualidades de astucia y talento, además de ambiciones de poder
político y presencia en las cortes, logra englobar exitosamente virtudes propias de
un héroe épico.
El cid del cantar es humano, leal hacia su soberano y padre amante; representando
así al buen cristiano, pero sin dejar de ser amigo de los musulmanes; gracias a esto
es reconocido por todos sus aliados y enemigos como un buen vasallo. Fuerza
física, heroísmo y mando militar, características descritas de manera magnifica.
Desde las primeras aventuras bélicas del caballero se logra enaltecer su valentía,
inspirando a sus seguidores a hacerlo también pues a pesar de encontrarse en
desventaja numérica logra así importantes hazañas a favor de Alfonso VI. Los
episodios dónde parte de un solo tajo a un moro o aquél cuando doma a un león con
su mirada, son ejemplos fehacientes de las características anteriormente descritas.
A su señor logra demostrarle una total obediencia y fidelidad mandándole cuantiosos
botines producto de sus proezas. Pero también se debe de considerar algunas de
estas virtudes como una herramienta que utiliza para poder conseguir el perdón pero
también para lograr adeptos a su lucha contra los moros. Perdona a sus enemigos y
recompensa bien a sus soldados, en cada victoria reparte un enorme botín a todos
sus guerreros.
Las virtudes del caballero:
La honra: es el tema principal, El héroe Pierde su honra públicamente, tal y Como se
entendía en la Edad Media, esto es, sus bienes y su reputación. Para recuperarla,
Debe conquistar tierras y obtener botines valiosos.
La lealtad: El Cid, a pesar de todo, le guarda fidelidad al Rey de Castilla y se esfuerza en
actuar de forma que el soberano le otorgue de nuevo su favor. También los vasallos del
Cid le son fieles, le acompañan en su destierro y le apoyan. Otro episodio en el que se
aprecia la lealtad como valor de la época es cuando el Cid casa a sus hijas con los
Infantes de Carrión.
La generosidad: la amistad y la fidelidad del Cid se explicitan en varios pasajes, por
ejemplo, cuando le envía regalos al Rey de Castilla, a quien es fiel. Además
De guerrero invencible, ama a los suyos y valora la amistad.
2. La fama del Cid: debido a sus hazañas Heroicas, a su valentía y a su buen Hacer, va
creciendo por tierras conquistadas y por conquistar
Antes de ser guerrero, Rodrigo es católico y en este entorno virtudes como ser
piadoso, generoso y prudente es importante, demostró ser un buen cristiano
obligado a pagar los favores que la iglesia le otorgó al cuidar a su familia, que para
Rodrigo esta última es muy importante para acceder a peldaños de la nobleza más
altos. El suceso de la afrenta de Corpes logra reflejar en el protagonista una
característica social, pues históricamente el Cid también fue una especie de
abogado, conocía las leyes; lo que lo ayuda a poder pedir una audiencia ante su
señor, responsable de casar a sus hijas con los Infantes de Carrión, idea la forma de
castigar a estos, pues pide que haga justicia ante tal ofensa, no la busca él mismo, si
no que antepone la obediencia antes que sus sentimientos, logrando así la justicia
en este caso.
En conclusión, Rodrigo Díaz de Vivar un verdadero caballero castellano conocido
como El Cid o Campeador, un héroe digno de imitar por sus virtudes.