La evaluación es una actividad política que ejerce poder en los procesos formativos. Mediante la evaluación se distribuyen recursos y se justifica qué estudiantes reciben ciertos beneficios. Implica realizar juicios de valor sobre los estudiantes y ejerce control y vigilancia sobre ellos para encausar su conducta. Además, la evaluación permite mejorar los procesos educativos al detectar fortalezas y debilidades.
LA EVALUACIÓN, UN EJERCICIO DE PODER EN LOS PROCESOS FORMATIVOSEnsayo procesos de evaluación
1. Facultad De Ciencias Humanas y Sociales
Licenciatura En FilosofíaProcesos de evaluación Elaborado Por: Guillermo Aza
Presentado a: Álvaro Morales 13 / 09 / 2013.
La evaluación es una actividad política por
naturaleza. Presta sus servicios a los responsables de
las decisiones, se traduce en redistribuciones de
recursos y justifica que unos reciban ciertas cosas y
otros, otras. Esta íntimamente vinculado con la
distribución de los bienes básicos en sociedad. Es
algo más que un enunciado de ideas; se trata de un
mecanismo social para la distribución, que aspira a
adquirir una categoría institucional.
ErnestHouse.
LA EVALUACIÓN UN EJERCICIO DE PODER EN LOS PROCESOS FORMATIVOS
Este trabajo tiene como finalidad hacer una argumentación sobre la importancia de la
evaluación en los procesos formativos, así como también, el presentar las razones por las que ella
se constituye un ejercicio de poder en dichos procesos. Para ello, me situaré desde textos como
VIGILAR Y CASTIGAR de Michel Foucault la parte referida a los medios del buen
encausamiento; La evaluación como juicio de valor de Hugo Cerda;CRITERIOS DE
EVALUACIÓN especialmente en la parte deEvaluación como elaboración de juicios de
valor;EVALUACIÓN, ETICA Y PODER en su CAPÍTULO VI referido a la Justiciade Ernest
House y finalmente, Evaluar y promover el mejoramiento del Ministerio de Educación Nacional.
La evaluación es un elemento esencial dentro del campo educativo, porque mediante ella
es posible saber que tanto se ha avanzado en el proceso de formación de un estudiante, o bien,
que dificultades presenta el mismo. De ahí que todo proceso formativo esté sujeto a una
evaluación constante,independientemente de cuales sean los parámetros,criterios, métodos y
modelos evaluativos;pues, éstaactividad “tiene como propósito determinar en qué medida se
están cumpliendo las metas de calidad que se fijan en los estándares, asociadas a los aprendizajes
que se espera logren los estudiantes a su paso por la escuela” (MEN, (2006), P. 1). O bien, en los
diferentes establecimientos educativos como colegios, universidades y demás instituciones.
Por otra parte, se puede decir que “La función más genuina de la evaluación consiste en la
elaboración de juicios sobre el valor o mérito de la enseñanza considerada globalmente, en sus
1
2. resultados, en sus procesos, en sus componentes e interacciones que se dan entre ellos”
(Anónimo, (2013),P. 1). En otras palabras, cuando una persona (el evaluador, el profesor en el
caso de una escuela o colegio) va a valorar a un alumno ésta se enfrenta a realizar juicios de valor
sobre él y sobre su avance en su proceso formativo, valorando: conocimientos, actitudes,
aptitudes, habilidades y destrezas. De ahí la importancia que toma la justicia en la acción
valorativa como bien lo expresa el texto evaluación ética y poder en el capítulo VI justicia;
pues,si una persona hace una valoración sin aplicar la justicia, ésta puede dejarse llevar por
ciertos prejuicios (juicios previos a los que se hace el evaluador sobre la persona que va a
evaluar,en otras palabras,opinión previa acerca de algo o alguien que se conoce poco o nada.) y
en esta medida, realizar una valoración no objetiva sobre los logros del estudiante.
Con respecto a lo anterior, es importante saber también que la persona que realiza este
ejercicio ha de tenerclaro ciertos criterios y razones por las cuales va a valorar el proceso de sus
estudiantes, por ejemplo, evalúa para valorar el alcance y la obtención de logros, competencias y
conocimientos de los estudiantes; para determinar la promoción o no de los educandos en cada
grado de la educación básica y media; para diseñar e implementar estrategias y apoyar a los
educandos que tengan dificultades en sus estudios; para suministrar información que contribuya a
la autoevaluación académica de la institución y para la actualización permanente de su plan de
estudios, entre otros aspectos que se hayan fijado.
De acuerdo a lo mencionado hasta aquí, es preciso notar que el realizar un proceso
evaluativo no es una tarea tan sencilla como pareciera, sino por el contrario, es un proceso
complejo que requiere de mucho cuidado y responsabilidad, debido a “la gran variedad de
criterios que existen frente al tema” (Cerda, H. (2001), P. 7). Por ejemplo, el juicio valorativo
que se realice, por norma “debe relacionar lo valioso y lo meritorio, en un intento por vincular lo
general con lo particular, el sujeto que valora y el objeto valorado.” (Cerda, H. (2001), P. 7). Y
además, teniendo en cuenta las intervenciones de aspectos sociales, culturales, económicos e
ideológicos que son determinantes en el momento de la interpretación de un valor.
Para enfatizar un poco en lo anterior, traigo a colación el siguiente ejemplo: en un colegio
un maestro que procede a ejercer su evaluación frente a un tema determinado, para el caso
supongamos que sea matemáticas, realiza un cuestionario en el cual el alumno tiene que dar
solución a tres problemas de suma, resta y multiplicación relacionados con aspectos de la vida
cotidiana y a una pregunta que interroga sobre importancia y utilidad que tienen las matemáticas
para la vida. El niño al enfrentarse con este examen se ve en la tarea de mostrar sus capacidades
interpretativas, analíticas, reflexivas y prácticas para solución a tal prueba; suponiendo que los
tres primeros puntos fueron respondidos bien pero el cuarto mal, o viceversa, en ese caso el
evaluador se ve en la tarea de tener en cuenta los diferentes aspectos y criterios que atraviesan su
evaluación, por ejemplo, los objetivos a los que se quería llegar y los logros que se alcanzaron, su
capacidad interpretativa y comprensiva, su habilidad para solucionar las fórmulas matemáticas,
2
3. pero también, su capacidad reflexiva sobre el tema trabajado, etc. Todos estos aspectos entre
otros no mencionados, deben tenerse en cuenta en la evaluación antes de lanzar un juicio
valorativo, porque, en ellos se ven implícitos los aspectos valiosos y meritorios que el estudiante
ha demostrado poseer.
Ahora bien, no sobra decir que la evaluación posee unos ciertos pasos a seguir que son
indispensables porque sin ellos no es posible realizar tal ejercicio de manera justa y veraz, dichos
pasos son: “observar”, “registrar”,“analizar” y “comparar” (P. 114). Según el planteamiento que
presenta Ernest House (2004), En su texto justicia. De allí que el evaluador actúe haciendo un
seguimiento riguroso que le permita recoger información necesaria y certera, para luego si, hacer
su dictamen oficial sobre el valor atribuido al objeto valorado.
Por otra parte, es posible referir que el ejercer ésta acción evaluativa implica realizar un
control y una vigilancia ejerciendo el poder disciplinario, puesto que, la evaluación también tiene
que ver con realizar un “buen encausamiento de la conducta” del alumno, para lo cual, habrá de
requerirse de la disciplina, entendida esta como “un arte del buen encausamiento de la conducta”
(Foucault, M, (1984), P. 175). Y como “técnica especifica de un poder que se da a los individuos
a la vez como objetos y como instrumentos de su ejercicio” (Foucault, M, (1984), P. 175). En
otras palabras, la disciplina es la forma de aplicación práctica que me permite direccionar al
estudiante a la buena conducta. De aquí que el maestro deba emplear el poder disciplinario para
lograr tal objetivo.
En concordancia con lo anterior, vemos entonces como el realizar este ejercicio implica
llevar en cierta manera un control sobre los avances que se están logrando y las falencias que aún
persisten en los educandos, frente a los objetivos planteados en el proceso formativo.De manera
que, esto nos lleva a asumir la evaluación como un instrumento, o una herramienta que permite
ejercer un poder de control sobre determinado individuo o grupo de individuos.
Ahora bien, al referir el poder disciplinario que conduce al buen encausamiento del
educando,es fácil encontrar unas formas de control y vigilancia que pueden actuar de diferentes
formas, por ejemplo, en algunos casos como aparece en el texto de Foucault (1982).Se da una
vigilancia jerárquica,mediante una distribución de tareas que se deben ejercer con el fin de
mantener disciplinado el curso, o grupo de educandos. En este sentido, “la vigilancia reposa sobre
individuos” (Foucault, M, (1984), P. 182). En una relación constante de “vigilantes
perpetuamente vigilados” (Foucault, M, (1984), P. 182). De un sistema que funciona en diversas
direcciones “de arriba abajo […], de abajo a arriba y lateralmente” (Foucault, M, (1984), P. 182).
Otro de los aspectos importantes que cabe resaltara aquí, es el de la sanción
normalizadora, mediante la que se clasifica y se castiga, o se premia al educando. Este proceso,
3
4. ejecutado mediante la evaluación muestra a modo muy preciso, la presencia de un poder
disciplinario que se ejecuta en el ejercicio evaluativo; pues, el hecho de castigar devela un poder
ejecutado sobre el alumno para poder encausarlo mediante la corrección de sus defectos. Por
ejemplo, cuando a un estudiante de primaria que se ha portado mal, o a faltado el respeto a un
compañero, su profesor le pone como castigo disculparse con la persona que ofendió y hacer una
reflexión sobre el respeto a los demás, para corregir el defecto y encausar al estudiante en una
buena conducta. Vemos entonces, como a partir del ejemplo se evidencia una muestra clara de
ejercer un poder disciplinario que evalúa un comportamiento y pretende corregir un error
mediante un castigo pedagógico, en el cual, el alumno habrá de aprender a respetar a sus
semejantes orientando por el camino del buen comportamiento.
Por otra parte, cabe mencionar que: “Los resultados de la evaluación son también un
referente concreto para analizar el funcionamiento y los procesos internos de las instituciones, y
así organizar y diferenciar el grado de participación y responsabilidad de distintos actores y
sectores.” (MEN, (2006), P.1). Expresado de otra manera, la evaluación mediante los resultados
que arroja en el dictamen del evaluador permite a la institución mirar cómo está el
funcionamiento y los procesos ejecutados por la misma en cuanto al proceso formativo, para que
a partir de ello se corrijan errores o falencias en los procesos desarrollados y se implementen
otros más efectivos con vistas a mejorar la educación, sus métodos y objetivos, etc.
Finalmente debo decir, que la evaluación es un elemento esencial dentro del campo
educativo, en tanto permite, valorar los avances y falencias en el proceso formativo de los
educandos, así como también, la retroalimentación a las instituciones educativas, detectando
fortalezas y debilidades, y valorando el impacto de los procesos educativos sobre el desarrollo de
competencias básicas por parte de los estudiantes. Y por otro lado, que la ejecución de cualquier
ejercicio evaluativo permite reconocer un poder que se ejecuta desde la misma, frente al objeto
evaluado.
REFERENCIAS:
Anónimo, Capítulo 3. CRITERIOS DE EVALUACIÓN. Tomado de: Rosales (1990) Evaluar es
reflexionar sobre la enseñanza. Editorial NARCEA, Madrid. España. 2013 / 08 / 20.
Recuperado de http://estatico.uned.ac.cr/paa/pdf/Materiales-autoev/14.pdf
Cerda, H. (2001). LA EVALUACIÓN COMO EXPERIENCIA TOTAL, La evaluación como juicio
de valor. 2013/ 08 / 20. Recuperado de
http://www.colegioaldemarrojasplazas.edu.co/vidaescolar/documentos_en_pdf/la_evaluac
ion_como_juicio_de_valor.pdf
4
5. Foucault, M. (1984). VIGILAR Y CASTIGAR, II LOS MEDIOS DEL BUEN ENCAUSAMIENTO.
México: Editores,Siglo Veintiuno. (pp. 175 –199).
House, E. (2004). EVALUACIÓN, ETICA Y PODER, CAPÍTULO VI Justicia.Madrid: Ediciones,
Morata. (pp. 112 – 128).
Ministerio de Educación Nacional, (2006). Evaluar y promover el mejoramiento. 24/ 08 / 2013.
Recuperado de: http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-107321.html
5