Dios le dice a la persona que tiene prisa para que sus hijos crezcan, pero luego desea que sean niños de nuevo. Vive la vida sin disfrutar el presente y como si nunca fuera a morir, pero muere como si nunca hubiera vivido. Dios quiere que aprenda a amar a todos, a no compararse con los demás, y que lo más valioso es tener vida. También quiere que aprenda a perdonar y que hay personas que lo aman pero no saben expresarlo. Dios siempre estará ahí para él.