El poema agradece a Dios por las capacidades y bendiciones que tiene el autor, como brazos y ojos perfectos, voz que canta y manos que trabajan, a diferencia de otros que están mutilados, ciegos o mudos. También agradece poder regresar a casa, sonreír, amar, soñar y vivir, a diferencia de otros que lloran, odian o mueren prematuramente. Finalmente, agradece tener a Dios en quien creer, a diferencia de otros que no tienen ni siquiera esa creencia.