El documento resume un pasaje bíblico del Evangelio de Juan donde se describe la crucifixión y sepultura de Jesús. Se relata que los soldados quebraron las piernas de los ladrones crucificados junto a Jesús, pero no las de Jesús porque ya había muerto. Un soldado le atravesó el costado con una lanza, saliendo sangre y agua. José de Arimatea y Nicodemo prepararon el cuerpo de Jesús con especias y lo sepultaron en un sepulcro nuevo.