Dios observa a una persona levantarse por la mañana y estar demasiado ocupada para notar las maravillas de la naturaleza como el cielo lleno de colores y cantos de pájaros. A lo largo del día, la persona se mantiene ocupada con el trabajo y actividades sin darse cuenta de la presencia de Dios. A pesar de la falta de atención, Dios continúa amando a la persona y esperando tener algún tiempo con ella.