Pedro Martín Ureta plantó 7.000 árboles en forma de una gigantesca guitarra de 1 km de largo en homenaje a su difunta esposa Graciela Yraizoz, quien murió en 1977 a los 25 años. Graciela había soñado con diseñar su finca con forma de guitarra, un instrumento que adoraba. Años después de su muerte, Ureta cumplió con su deseo plantando cipreses y eucaliptos. La guitarra de árboles se ha convertido en una atracción turística ún