El documento discute los principios bíblicos sobre el diablo y los demonios. Explica que el diablo se menciona por primera vez en el libro de Job como un ser personal distinto de los ángeles buenos. Aunque los evangelios atribuyen enfermedades y posesiones a demonios, no hay casos de posesión directa por el diablo. El documento también analiza la terminología bíblica relacionada como Satanás y diablos, y los fundamentos teológicos católicos sobre Dios como creador de todo lo visible e invisible, incluido
EXORCISMO BÍBLICO: FUNDAMENTOS TEOLÓGICOS Y PRINCIPIOS EXEGÉTICOS
1. PRINCIPIOS EXEGÉTICOS BÍBLICOS:
La primera vez que se habla del diablo como un ser
personal es en el libro de Job (1,6-12), (2,1-8).
Aquí aparece Satán como un ser personal, distinto de los ángeles
buenos, lleno de odio contra los hombres y capaz de causarles
muchos males con el permiso de Dios, bajo cuyo poder está y
estará siempre. (-Sb 2, 23-24): “Por que Dios creó al hombre para la
inmortalidad y lo hizo a imagen de su mismo ser; pero la muerte
entró en el mundo por envidia del diablo y la experimentan sus
secuaces”.
2. No hay duda de que la costumbre y práctica de los exorcismos tienen
su origen principalmente en los datos evangélicos. Es probable que
los demonios tal como se entienden comúnmente no hayan
existido nunca; que posesiones auténticas jamás hayan tenido lugar
y, en consecuencia que los exorcismos no hayan estado, y por
consiguiente, nunca estén justificados.
3. TERMINOLOGIA:
• SATANÁS: Como adversario. Aparece 17 veces en el Evangelio y 34 veces en
todo el N.T.
• DIABOLOS: Como difamador, acusador y calumniador. (Del griego): Se
encuentra 15 veces en los Evangelios y 33 en todo el N.T.
• Aparecen referidas a un ser personal y maligno.
• Un aspecto definitivo del N.T. es la síntesis absoluta entre Dios y Satanás.
4. Lo más importante es que mientras el N.T. relaciona el pecado,
las enfermedades y la muerte con el diablo, no hay un solo
caso en que las posesiones se atribuyan directamente a él. La
esfera de influencia del diablo es siempre moral y psicológica,
no física. su influjo es siempre de afuera, nunca desde dentro.
No se presentan casos de posesión directa por el Diablo o
Satanás, las posesiones se atribuyen a demonios, espíritus
malos o inmundos (Mt 8,31).
6. FUNDAMENTOS TEOLÓGICOS
La Iglesia cree firmemente que hay un solo
Dios verdadero, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
un solo principio del universo: Creador de
todas las cosas, visibles e invisibles. Dios, con
su providencia, cuida y gobierna todo lo que
ha creado (Col 1,16) y no ha hecho nada que
no sea bueno.
7. También el diablo y los otros demonios fueron
creados buenos por naturaleza, pero ellos mismos
se hicieron malos. No perseveraron tal y como
fueron creados. Usaron mal su excelencia natural y
no se mantuvieron en la verdad. No son sustancia
contraria, sino que se separaron del Bien Supremo.
8. El Padre Omnipotente y Misericordioso envió al mundo a su
Hijo amado para liberar a los hombres del poder de las
tinieblas y llevarlos a su Reino (Ga. 4,5).
Cristo primogénito de toda criatura renovando al hombre
viejo, se revistió de la carne del pecado, a fin de destruir por
medio de la muerte a aquel que tenía el dominio de la
muerte, esto es al diablo. (Hb 2,14).
9. En los días de su vida mortal, el Señor Jesús, con su propia
autoridad, expulsó a Satanás y a otros demonios imponiéndoles
su divina voluntad, haciendo el bien y curando a todos los
oprimidos por el diablo. Manifestó su obra salvadora para liberar
al hombre del pecado, de sus consecuencias y del autor del
primer pecado.