El documento describe las diferentes categorías de áreas protegidas según la UICN y las experiencias de gestión de áreas protegidas para hacer frente a situaciones de conflicto, como la supresión de la caza en el Parque Nacional de Sierra Nevada o la regulación de la pesca en el Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera. También analiza las estrategias de comunicación para involucrar a la población local en la conservación de las áreas protegidas.
1. Experiencias de Áreas Protegidas
por José Pino Díaz
Director Adjunto del Parque Nacional de Sierra Nevada
Convencionalmente se asume que un área protegida es toda zona de tierra y/o
mar dedicada a la protección de la diversidad biológica y de los recursos
naturales y culturales asociados y gestionada legalmente con eficacia (UICN,
1994) (en esta exposición se empleará la expresión área protegida, empleada
internacionalmente, sinónima de la expresión espacio natural protegido, propia
de nuestro acervo lingüístico). En la anterior definición se recogen las dos
características principales de las áreas protegidas: la protección de la
diversidad natural como finalidad y la gestión supeditada a un marco normativo
como medio de conseguirla. Existe una gran diversidad de figuras de
protección, si bien en términos de normalización se puede considerar la
existencia de seis categorías (1): Reserva natural integral, Parque nacional,
Monumento natural, Área de gestión de habitats y especies, Paisaje protegido
terrestre-marino y Área protegida de recursos gestionados
Categoría UICN Denominación Descripción
Espacio protegido gestionado
Categoría I Reserva natural integral principalmente con fines científicos o
de protección de la vida silvestre
Espacio protegido gestionado
Categoría II Parque nacional principalmente para la protección de
ecosistemas y recreo
Espacio protegido gestionado
CategoríaIII Monumento natural principalmente para la conservación
de rasgos naturales específicos
Espacio protegido para la
Área de gestión de habitats
Categoría IV conservación mediante la
y especies
intervención gestora
Espacio protegido gestionado
Paisaje protegido
Categoría V principalmente para la protección del
terrestre/marino
paisaje terrestre/marino y el recreo
Espacio protegido gestionado
Área protegida de recursos principalmente para el
Categoría VI
gestionados aprovechamiento sostenible de los
recursos naturales
(1).- Directrices para las Categorías de Manejo de Areas Protegidas. Comisión Mundial de Áreas Protegidas con la
colaboración del Centro Mundial de Monitoreo de la Conservación http://www.unep-
wcmc.org/protected_areas/categories/esp/)
2. El número de áreas protegidas existentes en el mundo se ha duplicado en los
últimos veinticinco años, las razones de este gran incremento hay que
buscarlas en una mayor concienciación colectiva a favor de la conservación,
preferentemente de la población residente en los grandes núcleos urbanos, y
también a la incorporación de las mismas a las nuevas estrategias de
desarrollo rural. Esto último se justifica en la consideración de las áreas
protegidas en los planes o estrategias regionales como fortalezas para el
desarrollo de las poblaciones de las comarcas geográficas en las que están
enclavadas (en el caso de los Parques nacionales de España a este área
geográfica se la denomina Área de influencia socioeconómica y está
constituída por todos los municipios con Término municipal en el parque), ya
que la declaración de un área protegida supone oportunidades para el
desarrollo sostenible de las mismas, principalmente de las actividades y
servicios ligadas al turismo rural y a la artesanía y de la comercialización y
venta de productos locales. Hoy en día la declaración en España de un Parque
nacional o de un Parque natural lleva parejo el compromiso de la
Administraciones ante las poblaciones locales de asegurar su futuro y mejorar
su calidad de vida, entendida ésta última como medida del desarrollo humano
(2), por ello se suele incluir en las últimas normas legales declaratorias la
obligatoriedad de elaborar el correspondiente Plan de desarrollo sostenible.
“Al objeto de asegurar un desarrollo sostenible para la comarca y
mejorar la calidad de vida de sus residentes, las
Administraciones públicas interesadas elaborarán,
coordinadamente, un plan de desarrollo sostenible, que deberá
ser aprobado por el Gobierno mediante Real Decreto” (Ley 3/1999
de creación del Parque Nacional de Sierra Nevada)
A pesar de lo anterior suele ser habitual que importantes sectores de población
local sean reticentes e incluso claramente opositoras a tales declaraciones.
Estas actitudes suelen estar fundamentadas en razones de diferente tipo: unas,
de carácter sociológico, derivadas del aislamiento ancestral de las
comunidades (tengamos en cuenta que las áreas protegidas han mantenido a
lo largo de los siglos prácticamente invariables sus recursos naturales y
paisajísticos gracias a su propia inaccesibilidad y aislamiento), otras, de tipo
socioeconómico, derivadas del régimen de tenencia de la tierra, otras,
meramente económicas, derivadas de intereses de particulares, empresas o
instituciones, etc. Estos sectores de población perciben la creación del área
protegida como una severa losa administrativa que cae sobre sus derechos de
propiedad y que coarta su libertad de decisión y actuación.
(2).- Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano. “Indicadores del desarrollo humano. Informe 2001”:
incluye índices de escolaridad, de esperanza de vida y de PIB; clasifica a los países en países de alto, medio o bajo
desarrollo humano. http://www.undp.org/hdr2001/spanish/spaindic.pdf
3. Para contrarrestar esa oposición local inicial se suele equivocadamente “vender
el parque” en forma de promesa de inversiones futuras, de “lluvia de millones”
de efectos casi inmediatos (grave error, ya que los frutos de la declaración de
espacios protegidos se recogen a medio y a largo plazo), lo cual tiene como
consecuencia un no deseado efecto boomerang que dificulta las iniciales tareas
del neonato equipo gestor. Efecto que se acrecienta debido a que muchas
áreas suelen tener muy mermadas sus iniciales capacidades de gestión debido
a que no todas gozan de presupuesto propio (presupuesto en sentido amplio,
es decir que cubra gastos de personal, gastos corrientes, inversiones, etc.),
constituyendo lo que se ha dado en llamar paper park, y cuando lo tienen, éste
no siempre alcanza lo suficiente, mucho menos lo deseable.
El equipo gestor del área protegida debe marcarse como tarea fundamental
desde la creación de ésta, trabajar con la población local, darle a conocer qué
hace, por qué y cómo. Para ello hay que crear canales permanentes de
comunicación; en este sentido hay que tener en cuenta que las figuras de
participación pública (patronatos, juntas rectoras, comisiones sectoriales o
consultivas, etc.) se han mostrado del todo insuficientes a estos fines. Se hace
preciso, pues, implementar una estrategia de comunicación que se desarrolle
vía programas cuya periodicidad podría hacerse coincidir con la de los propios
planes de manejo. La finalidad última es conseguir que la población haga suya
el área protegida, que la convierta en seña de su identidad y aliada de su
desarrollo (llegado a este punto me viene a la cabeza el slogan de un cartel
que editó hace unos años el G.O.B. “Cabrera el Parc Nacional de les Balears”).
La estrategia de comunicación ha de contemplar al menos varias líneas de
actuación (ver tabla) y una evaluación finalista que permita conocer el grado de
éxito-fracaso en el empeño; un método eficaz para ello puede ser la realización
de una encuesta a la población, antes de iniciar los programas y después de
finalizados éstos.
Línea de actuación Objetivo Colectivo diana
“Conocer para respetar y
Interpretación ambiental Asociaciones
apoyar”
“Reforzar la educación
Educación ambiental Escolares
para la conservación”
“Conocer, amar y
Voluntariado defender el área desde Jóvenes
dentro”
“Capacitar y preparar para Empleados o
Formación
las nuevas tareas” demandantes de empleo
“Informar, mostrar,
Divulgación Población general
descubrir”
4. Sirvan como ejemplo los resultados obtenidos para el Parque nacional del
Archipiélago de Cabrera.
Encuestas a la población del
entorno del Parque nacional
del Archipiélago de Cabrera,
1994 1998 Incremento Valoración
realizadas para evaluar los
programas derivados de la
estrategia de comunicación
¿Ha visitado Cabrera desde que
30% 50% 20% Positiva
es Parque nacional?
¿Que actividades de gestión
conoce? (porcentaje de los
28% 16% -12% Positiva
encuestados que desconocen
todas las activ. de gestión)
¿Está a favor de la declaración
de Cabrera como Parque 51% 73% 22% Positiva
nacional?
¿El P.N. beneficia a su
40% 55% 15% Positiva
Municipio?
¿Acepta la existencia en el P.N.
de zonas donde la navegación 64% 80% 24% Positiva
está prohibida?
¿Cree V. que debe de haber
zonas vedadas a la pesca
68% 76% 8% Positiva
tradicional-artesanal-profesional
en el P.N.?
¿Cree V. que no solo deben
pescar en el P.N. los 47% 53% 6% Negativa
profesionales?
¿Cree V. que ha disminuído la
77% 68% -9% Positiva
pesca en su comarca?
5. A continuación se detallan varias experiencias de gestión de áreas protegidas
desarrolladas para hacer frente a situaciones de conflicto.
1.- Supresión de la actividad cinegética en el Parque Nacional de Sierra
Nevada.
En el Parque Nacional de Sierra Nevada, de reciente declaración (Ley 3/1999,
de 11 de enero), uno de los asuntos más conflictivos es el de la caza,
considerada infracción grave por la propia Ley. Por el equipo gestor se articuló
una estrategia basada en las siguientes líneas de trabajo:
a) Valoración positiva de las solicitudes de ayudas económicas cuyo
objeto fuese la mejora de los recursos cinegéticos en zonas limítrofes
al Parque Nacional.
b) Tramitación prioritaria de las indemnizaciones por limitaciones de
derechos de caza.
c) Participación local en las medidas de control de las poblaciones de
cabra montés y de jabalí.
d) Permanente comunicación con Ayuntamientos y Sociedades de
Cazadores.
e) Organización de varios cursos de formación sobre conocimiento del
Parque nacional de Sierra Nevada.
f) Diseño y fabricación de una exposición itinerante.
En este caso concreto el asunto está muy candente y recientemente han
surgido plataformas en dos municipios que basándose en argumentos
demagógicos tratan de extenderse a otras poblaciones.
2.- Regulación de la pesca artesanal, tradicional y profesional en el
Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera.
La pesca artesanal ejercida por profesionales con embarcaciones y artes
tradicionales, a pesar de ser una actividad extractiva, fue autorizada por la Ley
de creación, quedando su realización supeditada a una regulación posterior. No
obstante lo novedoso de la regulación pretendida, pionera en la región, provocó
cierta conflictividad inicial, debido sobre todo a:
a) La creación de zonas de reserva, excluídas a la actividad pesquera,
b) La prohibición del palangre de superficie y de la pesca de arrastre,
c) La limitación de la práctica del cerco a zonas de profundidad superior
a 50 metros y del trasmallo y del palangre de fondo a zonas de
profundidad superior a 20 metros,
d) El mantenimiento de los puntos de calamento de artes de parada,
cabiendo la posibilidad de su reducción en caso de afección a las
colonias de cormoranes, y
e) La prohibición de la pesca en fin de semana.
6. Las medidas de gestión tomadas consistieron en:
La vigilancia exhaustiva del cumplimiento de la prohibición de la pesca
deportiva (de superficie o submarina).
La realización de estudios sobre el efecto reserva.
La permanente comunicación con la Cofradía de Pescadores de la
Colonia de San Jordi.
El resultado fue que en breve plazo las poblaciones de especies comerciales,
anteriormente sobreexplotadas, caso del mero, codiciada especie de pesca
submarina, aumentaron la abundancia y tamaño de sus individuos, por lo que
las capturas y por ende los ingresos de los pescadores profesionales se
incrementaron, estableciéndose así una cierta comunión de intereses entre
éstos y los gestores, lo cual ha propiciado que reciéntemente se aprobara un
Plan compatibilizador de la actividad pesquera con la conservación de los
recursos naturales del parque, único en España.
3.- Restauración de la zona de altas cumbres de Sierra Nevada y
ordenación de las visitas.
Desde la creación de la primera figura de protección para Sierra Nevada
(Parque natural, 1989), se puso de manifiesto la necesidad de regular el
tránsito por la carretera que, pasando por la zona de cumbres, une las dos
vertientes, Norte y Sur, de la Sierra, debido a los graves impactos negativos
causados en la zona. El primer intento de cierre al tráfico, el verano de 1995,
generó un gran descontento social en los municipios alpujarreños que causó la
rotura de los cierres instalados en la carretera.
Al declararse las altas cumbres de Sierra Nevada Parque Nacional en 1999, el
equipo gestor hace suyas las medidas de regulación de la zona aprobadas en
1997 por la Junta Rectora del Parque natural, éstas consistían en :
a) Reconvertir en senda peatonal el tramo de pista no asfaltada
comprendido entre el Collado del Veleta y El Chorrillo.
b) La restauración paisajística del sector.
c) Establecer dos áreas de estancia y control, una en cda vertiente.
d) Estudiar las posibilidades de acceso a la zona de visitas guiadas.
Las actuaciones que desde el año 2000 acomete el Parque nacional han
consistido en:
Regulación del tránsito rodado de vehículos a motor entre la Hoya de la
Mora, vertiente Norte, y la Hoya del Portillo, vertiente Sur. Instalación de
dos barreras de control.
Instalación de dos puntos de información en dichas zonas.
Puesta en funcionamiento de un servicio no gratuíto de visitas intepretadas
con guía en transporte colectivo.
Proyectos de restauración de la zona de altas cumbres.
Edición de diverso material de divulgación (folletos, mapas, guías, vídeo).
7. Organización de varios cursos de formación sobre conocimiento del
Parque nacional de Sierra Nevada.
Organización de campañas de itinerarios guiados, dirigida a grupos y
asociaciones.
Diseño y fabricación de una exposición itinerante.
En la actualidad el Servicio de interpretación de altas cumbres funciona con
normalidad, siendo deseo de los gestores que sea lo suficientemente atractivo
para que la iniciativa privada lo asuma; en cuanto a restauración de paisajes,
nos encontramos en el cuarto año de trabajos.
4.- Regulación de las actividades de navegación y fondeo en el Parque
Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera.
El Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera tuvo que
hacer frente en sus inicios a una frontal oposición del sector náutico balear a
las medidas de regulación de la navegación y del fondeo en el parque. Hubo
manifestaciones en contra, los gobernantes locales y autonómicos se
posicionaron en contra de la Administración del parque, se recogieron firmas
para anular dicha regulación mediante una iniciativa parlamentaria popular,
corrieron ríos de tinta en los periódicos locales, etc. Ante ésto el equipo gestor
ideó una estrategia basada en las siguientes acciones:
a) Ordenación del fondeo en la ensenada del Puerto de Cabrera. Se
instalaron cincuenta puntos de amarre a boya, con ello, por un lado,
se protegió la pradera de posidonia de los graves efectos del garreo
de las anclas y, por otro, se consiguió que el navegante disfrutara de
una visita de calidad (tranquilidad más seguridad).
b) Ejecución de programas de visitas de jóvenes y escolares; más de
17.000 alumnos visitaron Cabrera los cinco primeros años del
parque.
c) Organización de un procedimiento rápido y eficaz de concesión de
permisos de navegación y fondeo.
d) Continua, detallada y personalizada información sobre la regulación
de actividades de uso público.
La realización conjunta de todas las acciones provocó el esperado cambio de
opinión y permitió la normalización de las relaciones con las administraciones
municipal y autonómica.