El documento describe la peligrosa moda del "eyeballing", que consiste en separar los párpados y colocar una botella de alcohol directamente en los ojos para que el líquido entre en contacto con la retina y cause una sensación de ebriedad más rápida e intensa, aunque también causa dolor e inflamación ocular. Esta práctica puede dejar a quienes la realizan ciegos de forma permanente, como se ha diagnosticado en algunos casos en Inglaterra, ya que el alcohol puede deteriorar grave y permanentemente el ojo y la visión.