La diabetes puede dañar los ojos al afectar 5 de sus partes: la retina, la córnea, el humor vítreo, el cristalino y el nervio óptico. En particular, la retinopatía diabética, resultado del daño a los pequeños vasos sanguíneos de la retina, es una patología común. El diagnóstico de esta condición implica medir la agudeza visual, refracción y presión ocular del paciente, así como una evaluación detallada de la estructura de la retina.