2. Argumentación y contraargumentación. La argumentación nos permite resolver las diferencias de opinión, implicando necesariamente enfrentar la contrapartida. Van Eemeren y Grootendorst lo llaman “DISCUSIÓN CRÍTICA” y se muestra en Cuatro etapas:
4. Argumentación y contraargumentación. Una disputa puede parecer un monólogo y ser analizada como diálogo, por el hecho de que siempre un antagonista pondrá en duda el punto de vista planteado. Por otro lado, el protagonista puede y debe anticipar los posibles contraargumentos, para que su argumentación sea más solida.
5. Argumentación y contraargumentación. Toda argumentación dialéctica implica la cooperación entre protagonista y antagonista, y si deciden sostener una discusión argumentativa deben cumplir las reglas básicas:
6. Argumentación y contraargumentación. Esta cooperación podría ser vulnerable, involuntariamente o intencional, lo que origina argumentaciones defectuosas. Blair y Johnson propusieron tres criterios para evaluar si una argumentación es defectuosa: ACEPTABILIDAD RELEVANCIA SUFICIENCIA
7. Argumentación y contraargumentación. El no cumplir con alguno de estos criterios dados recientemente, nos llevan a cometer falacias, o sea errores en la argumentación.