Un león con hambre ve una oveja perdida y trata de atraparla, pero en varios intentos fallidos se golpea contra árboles, piedras y se cae, perdiendo incluso dos dientes. La oveja logra reunirse con su rebaño mientras el león se queda con hambre. La moraleja es que el león habría tenido éxito si hubiera aceptado la ayuda de sus amigos para cazar la oveja en lugar de intentarlo solo.