2. «Cuando las condiciones de salud se deterioran
de modo irreversible y letal, el hombre entra en
la fase terminal de la existencia terrena.
Para él, el vivir se hace particular y
progresivamente precario y penoso.
Al mal y al sufrimiento físico sobreviene el drama
psicológico y espiritual del despojo que significa
morir».
Carta de los Agentes Sanitarios, n. 115
3. • «No daré a nadie que lo pida un remedio mortal o un
consejo que lo induzca a tal fin». Juramento Hipocrático
(Siglo IV a.C).
• «En el caso de enfermedad incurable y terminal, el médico
debe limitarse a aliviar los dolores físicos y morales del
paciente, manteniendo en todo lo posible la calidad de una
vida que se agota, evitando emprender o continuar
acciones terapéuticas sin esperanza, inútiles y obstinadas,
y asistirá al enfermo hasta el final con el respeto que
merece la dignidad del hombre». Código español de
Deontología Médica, art. 28-2.
• «Si puedes curar, cura. Si no puedes curar, alivia. Si no
puedes aliviar, consuela. O mejor: consuela siempre»,
reza una máxima médica.
4. Actitudes ante la fase terminal
1. Eutanasia/suicidio asistido.
2. Obstinación médica.
3. Cuidados paliativos.
6. • Diferencia entre «eutanasia» y «suicidio
asistido».
• En la eutanasia es el médico –u otro agente
sanitario dirigido por él– quien provoca la muerte
del enfermo.
• En el suicidio asistido el paciente se causa a sí
mismo la muerte, con la ayuda de alguien que le
proporciona los medios. Si quien le ayuda es un
médico, se habla de «suicidio médicamente
asistido».
8. • Durante años
se ha invocado
el sufrimiento
insoportable,
insufrible.
9. •Tratar el dolor es un deber
inderogable del médico.
•Según un informe el 40% de los
enfermos terminales en el
mundo no recibe un tratamiento
adecuado para mitigar el dolor.
10. • Para resolver este problema, la gran mayoría de
los Hospitales están incorporando las llamadas
«Unidades de Dolor», cuyo objetivo principal es
reducir la incidencia y severidad del dolor, para
mejorar la calidad de vida del paciente.
• Asignatura de Medicina paliativa.
• La Medicina ha hecho tales progresos que los
dolores son casi siempre controlables en todo
estadio de la enfermedad, no alcanzando el
umbral de lo insoportable.
• «Si su médico no le alivia el dolor no pida la
eutanasia, cambie de médico por que el suyo es
un incompetente».
11. • Una bandera actual es la
eutanasia por compasión,
como respuesta al
problema del sufrimiento
humano.
• El sentimiento de no ser
productivo, de ser carga
para los que están
alrededor, para la sociedad.
12. • La frase «no quiero ser una carga para los demás» ha
aparecido en campañas pro-eutanasia.
• El mensaje de la eutanasia es que la pérdida del
control personal sería equivalente a la pérdida de la
dignidad.
13. • Concepción errónea de la compasión. No
dejarse arrastrar por las olas de la emoción,
del sentimiento.
• Pretender aliviar el sufrimiento –del
enfermo, y fundamentalmente del nuestro–
eliminando al enfermo, es una aberración.
14. • “También yo, antes, hablaba de «dignidad de la
vida», una dignidad que me parecía mellada en
ciertas condiciones de enfermedad. Como sano se
piensa que pasar por que te laven o te den de comer
es intolerable, «indigno». Cuando llega la
enfermedad, se acepta hasta vivir en un pulmón de
acero. Lo que se quiere es vivir. No hay nada de
indigno en una vida totalmente dependiente de los
demás. Es indigno más bien quien no logra ver en
ello la dignidad”. Palabras de la oncóloga Sylvie
Menard, enferma de cáncer.
15. • Nadie en su sano juicio quiere morirse. El deseo de
morir es contrario a la naturaleza.
• Para muchos enfermos, el reclamar la muerte es
un grito de ayuda. Un sufrimiento interior, una
llamada, una petición de ayuda por la soledad, el
miedo, la desatención, el dolor mal controlado, la
falta de cariño o de compañía.
• Cuando un paciente dice «Doctor, no quiero
vivir…», se trata de una frase inacabada cuya
versión completa es: «Doctor, no quiero vivir… así».
16. • Cuando se reciben los cuidados paliativos
adecuados, solo el 1% hace una petición explícita de
suicidio asistido.
• La respuesta a este grito es la presencia atenta, llena
de calor humano y de amor. Estos enfermos tienen
necesidad de atención, de escucha, de afecto, de
cercanía.
• Por lo que les concierne, las familias necesitan del
Estado y de la sociedad para asumir sus
responsabilidades hacia sus seres queridos
enfermos, envejecidos o moribundos.
17. ¿Muerte digna?
• Muchas personas
entienden el concepto
«dignidad del morir»,
como el terminar con
mi vida en el momento
en que yo quiera,
• porque considero que
con una calidad de vida
pobre, no merece la
pena seguir viviendo.
18. • La vida humana no merece ser
vivida si no es en condiciones
de plenitud.
• La primera vez que se
encuentran Ramón y Julia,
ésta le pregunta: “Ramón,
¿por qué morir?”. “La vida en
este estado no es digna”,
contesta Ramón.
• Cuando la calidad decae por
debajo de un nivel crítico, la
vida pierde su dignidad y deja
de ser un bien altamente
estimable.
• La «calidad de vida» está por
encima de la propia vida.
19. ¿Qué significa realmente?
• «Muerte digna», para la mayoría de las personas,
incluye:
Morir sin dolor u otros síntomas mal controlados.
Morir a su tiempo natural, sin que se acorte ni se
prolongue de forma artificial el proceso de la
muerte.
Morir rodeado del cariño de la familia y los amigos.
Morir con la posibilidad de haber sido informado
adecuadamente, eligiendo –si se puede– el lugar
(domicilio u hospital) y participando en todas las
decisiones importantes que le afecten.
20. • La dignidad de la muerte no radica en la muerte en
sí, pues la muerte es lo más indigno que hay: el no
ser.
• Tampoco radica en una muerte sin tribulaciones.
• La dignidad de la muerte radica en el modo de
afrontarla. En realidad, no se puede hablar de
muerte digna, sino de personas que afrontan su
muerte con dignidad.
• «El hombre no se destruye por sufrir. El hombre se
destruye por sufrir sin ningún sentido» (V. Frankl).
21. Autonomía
• «A nadie se le puede obligar a seguir viviendo
en contra de su voluntad. La eutanasia es un
derecho de la autonomía individual».
• La autonomía de la persona es un elemento
importantísimo de su dignidad.
• Pero la fundamentación de esa dignidad no
puede ser la plena autonomía, pues
estaríamos negando la dignidad personal de
personas discapacitadas, dependientes de
otras, bebés, etc.
22. • El peligro de la
autonomía absoluta.
• En nuestra sociedad la
autonomía personal se
ha convertido en un
absoluto, en algo
exigible y que no se me
puede negar.
• Toda opción es
considerada válida
siempre que no cause
mal a los demás.
23. • El legislador puede
limitar la autonomía
de los ciudadanos
para prevenir
consecuencias
indeseables.
• Por ejemplo, limita la
velocidad en la
carretera para
prevenir accidentes y
salvar vidas.
24. • En Medicina, el concepto de autonomía no es
realista en muchas situaciones.
• ¿Puede realmente una persona en estado de
evidente gravedad hacer una petición
independiente y libre de acabar con su vida?
¿Tiene los medios cognitivos necesarios para tomar
una decisión de este tipo?
• En muchas ocasiones la misma situación de
enfermedad terminal y la medicación reducen no
sólo la actividad normal del cerebro, sino la
capacidad de razonar.
25. • El deseo de vivir fluctúa enormemente en los enfermos
terminales.
• En un periodo de 12 horas la voluntad de vivir de un
paciente puede fluctuar un 30% o más. En periodos de 1
mes, esta fluctuación llega al 70% (estudio de Harvey
Chochinov, psiquiatra canadiense).
• Numerosos estudios demuestran que en estos pacientes
graves hay una alta incidencia de depresión. Cfr. Emanuel,
E.J, Fairclough, D.L, Emanuel, L.L., Attitudes and desires
related to euthanasia and physician-assisted suicide among
terminally ill patients and their caregivers, JAMA, 2000 Nov
15;284(19):2460-8; Van der Lee, M.L, Van der Bom, J.G,
Swarte, N.B, Heintz, A.P, De Graeff, A, Van den Bout, J.,
Euthanasia and depression: a prospective cohort study
among terminally ill cancer patients, J Clin Oncol., 2005 Sep
20;23(27):6607-12.
26. Para reflexionar
• Según la OMS, en 2012 se quitaron la vida en España
3.296 personas; 804.000 en el mundo.
• Los suicidios se han convertido en España (desde 2008)
en la principal causa de defunciones por causas no
naturales.
• Un serio problema de salud pública, que reclama
medidas para prevenirlo y no medidas legislativas para
facilitarlo.
27. • Una persona “sana” que
intenta suicidarse recibe
ayuda, incluso se le somete a
un tratamiento médico-
psiquiátrico hasta que supere
la crisis.
• El objetivo es procurar que
esa persona recupere su
autoestima, para poder vivir
con dignidad.
• En un enfermo incurable y
desesperado, la discusión gira
en torno a expresiones como
«muerte digna», «libertad
para elegir la propia muerte»,
«acto de autonomía y
autodeterminación».
• ¿Por qué esa diferencia?
28. Plano inclinado
• Normativa holandesa (de 2002):
- pacientes terminales con «sufrimiento insoportable»,
- que no tienen esperanza de curación,
- mayores de 18 años,
- que libremente quieran poner fin a su vida.
• «Infelicidad senil». Señor de 84 años que solicitó la eutanasia alegando
“no tener ganas de vivir”.
• «Dolor existencial». Una señora pide la eutanasia, justificada por los
enormes y graves sufrimientos generados por el dolor cotidiano
provocado por el divorcio de su marido y por la muerte sucesiva de dos
hijos ya adultos.
29. Plano inclinado
• «Eutanasia no voluntaria»: por baja calidad de vida, para
facilitar la situación a la familia, para acortar el sufrimiento
del paciente, poner fin a un espectáculo insoportable para
médicos y enfermeras, o alegando necesidad de camas para
otros enfermos. En Holanda, en 1/3 de los casos (unos
500/año) no se consulta con el paciente. En 2011 se practicó
la eutanasia a 13 pacientes mentalmente enfermos.
• Hospital de Gröningen. «Eutanasia neonatal».
• «¿Qué sentido tiene que me pudra aquí hasta el fin de mis
días? Prefiero la eutanasia». Es la confesión que hizo el
asesino y violador reincidente, Franck Van Den Bleeken, a la
televisión. Su caso ha encendido el debate en Bélgica sobre el
derecho a la muerte asistida, especialmente después de que
la Justicia aprobara la petición de Bleeken para terminar
voluntariamente con su vida (2014).
30. • En una convención médica organizada en
diciembre de 2010 por la Real Academia Belga
de Medicina, tres médicos de tres hospitales
universitarios explicaron que un 20% de las
705 personas a las que oficialmente se les
aplicó la eutanasia en el país padecían
desórdenes neuromusculares, pero sus
órganos eran de una calidad relativamente
alta, buena para el trasplante.
31. • Clínica Dignitas,
especializada en suicidios
asistidos. Zurich (Suiza).
• Turismo del suicidio.
• 15 o 20 gr de
pentobarbital de sodio
(Nembutal), un potente
anestésico. Sustancia más
utilizada en los procesos
de asistencia al suicidio.
• Cada muerte cuesta unos
11.000 dólares.
32. • Ludwig Minelli, abogado, fundador de la
Clínica Dignitas, afirmaba: “Si se acepta la
idea de la autonomía personal, no se
puede poner la condición de que sólo los
enfermos terminales (enfermedades
físicas) tienen derecho al suicidio asistido”.
• También se le debería permitir a los
enfermos con trastornos psiquiátricos
(esquizofrenia, depresión, etc.),
• o personas que hayan perdido el sentido
de vivir: Daniel James, jugador de rugby
de 23 años que quedó paralizado tras un
accidente.
• Según un estudio del Fondo Suizo para la
Investigación Científica, una tercera parte
de las peticiones de suicidio asistido que
le llega a los médicos suizos proviene de
personas mayores en perfecto estado de
salud. Pero como los médicos no pueden
suministrar medicinas a personas sanas,
se está recurriendo al expediente de la
«polimorbilidad»: se considera
gravemente enferma a una persona con
varias enfermedades pequeñas; entonces
se entiende justificado ayudarle a morir.
34. • La eutanasia no es el fracaso de la
Medicina, sino el fracaso de la sociedad.
• Que mal tiene que estar la sociedad para
que un miembro de ésta no quiera vivir
más en ella.
• Una humanidad que no logra aceptar a los
que sufren y no es capaz de contribuir
mediante la compasión, es una sociedad
cruel e inhumana (Benedicto XVI, Spe salvi).
• «Cultura del descarte». Papa Francisco.
35. • En el fondo, la causa radica en la concepción
antropológica que se posea.
• Si se pierde el sentido trascendente de la
persona humana, ya no se es capaz de
reconocer la sacralidad de la vida, su valor
inviolable; y se llega a proponer –con
cualquier excusa- su eliminación, entendida
como un bien.
36. • La secularización, un horizonte sin
trascendencia, favorece la mentalidad pro-
eutanásica (cultura de la muerte).
• Sin este sentido de trascendencia, el ser
humano no sabe enfrentarse
verdaderamente al dolor; el dolor pierde el
sentido; el hombre pierde la motivación
para continuar viviendo cuando la vida no
es fácil, gratificante, productiva.
37. • La verdadera solución a este drama está, por tanto,
en la reconstrucción de la trascendencia del
hombre; de que hay esperanza; que hay un final
que no es destrucción, sino apertura a una nueva
vida.
• Volver a proponer la esperanza cristiana. Recordar
el formidable plan que Dios tiene para cada uno. Su
deseo de entrar en relación de amistad con cada
uno de nosotros. Su sueño de vernos colaborar
libremente con Él para construir un mundo más
justo y humano.
38. • La enfermedad, el
dolor, el sufrimiento
es parte de nuestro
viaje, que nos lleva,
siguiendo a Cristo, a
la vida eterna.
(Benedicto XVI, 10
de noviembre 2006).
• “Dios no puede
sufrir, pero sí
compartir” (San
Bernardo)
39. • La persona es siempre digna por su propia
naturaleza, con independencia de la fase de la
vida en la que se encuentra, o su estado de
salud, etc.
• Persona y dignidad son, en el fondo,
conceptos redundantes.
41. • “Entendemos que el concepto de eutanasia debe incluir
exclusivamente la acción u omisión, directa e
intencionada, encaminada a provocar la muerte de una
persona que padece una enfermedad avanzada o
terminal, a petición expresa y reiterada de ésta”.
Organización Médica Colegial Española y Sociedad de
Cuidados Paliativos, Declaración sobre el final de la vida,
11 de enero de 2002.
• «Acción u omisión que por su naturaleza y en la
intención causa la muerte, con el fin de eliminar
cualquier dolor. La eutanasia se sitúa, pues, en el
nivel de las intenciones o los medios usados. (…) La
eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios.
(…) Se trata de una doctrina fundamentada en la ley
natural, enseñada por la Tradición de la Iglesia y por
el Magisterio ordinario y universal” (Evangelium
vitae, n. 65).
42. • Entiende que la eutanasia se refiere a la
conducta. Puede ser por acción
(proporcionando, por ejemplo, una inyección
letal), o por omisión (no proporcionando el
soporte básico para la supervivencia del
enfermo).
• Intencionalmente dirigida a terminar con la
vida de una persona que tiene una
enfermedad grave irreversible, por razones
compasivas y en un contexto médico.
• Se resalta la intención del acto médico, es
decir, el querer provocar voluntariamente la
muerte. Es un acto que busca provocar la
muerte del enfermo.
43. Eutanasia se sitúa a nivel de las
intenciones
• Se incurre en eutanasia
cuando se tiene la
intención (la voluntad)
de poner punto final a
la vida o de acelerar
injustificadamente la
muerte de una
persona.
44. TESTAMENTO VITAL
• Históricamente surge a la sombra de los
movimientos a favor de la despenalización de la
eutanasia. Por eso es mejor denominarlo
«Documento de instrucciones previas o voluntades
anticipadas».
• Documento por el que una persona manifiesta
anticipadamente su voluntad sobre los cuidados y
tratamientos que desea recibir cuando, por el
deterioro de su salud, ya no sea capaz de
comunicarse.
• En el fondo, el testamento vital expresa desconfianza
entre el enfermo y quien debería asistirlo (la
institución sanitaria).
45. Criterios éticos
• El Documento deberá respetar la
dignidad de la persona.
• Atenerse a las normas de la buena
práctica médica.
• No contener indicaciones eutanásicas
o de obstinación médica.
46. • Conferencia Episcopal Española
A mi familia, a mi médico, a mi sacerdote, a mi notario:
Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los
tratamientos médicos que se me vayan a aplicar, deseo y pido que esta Declaración sea
considerada como expresión formal de mi voluntad, asumida de forma consciente,
responsable y libre, y que sea respetada como si se tratara de un testamento.
Considero que la vida en este mundo es un don y una bendición de Dios, pero no
es el valor supremo absoluto. Sé que la muerte es inevitable y pone fin a mi existencia
terrena, pero desde la fe creo que me abre el camino a la vida que no se acaba, junto a
Dios.
Por ello, yo, el que suscribe........................
pido que si por mi enfermedad llegara a estar en situación crítica irrecuperable, no se
me mantenga en vida por medio de tratamientos desproporcionados o extraordinarios;
que no se me aplique la eutanasia activa, ni que se me prolongue abusiva e
irracionalmente mi proceso de muerte; que se me administren los tratamientos
adecuados para paliar los sufrimientos.
Pido igualmente ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte.
Deseo poder prepararme para este acontecimiento final de mi existencia, en paz, con la
compañía de mis seres queridos y el consuelo de mi fe cristiana.
Suscribo esta Declaración después de una madura reflexión. Y pido que los que
tengáis que cuidarme respetéis mi voluntad. Soy consciente de que os pido una grave y
difícil responsabilidad. Precisamente para compartirla con vosotros y para atenuaros
cualquier posible sentimiento de culpa, he redactado y firmo esta declaración.
Firma:
Fecha:
47. • La Asociación Española de Abogados Cristianos (AEAC) ha elaborado un modelo de
“Voluntades Anticipadas” para ancianos y enfermos que quieran evitar la
eutanasia
A mi familia, a mi médico y a mi notario:
Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los tratamientos médicos que se me
vayan a aplicar, deseo y pido que esta Declaración sea considerada como expresión formal de mi
voluntad, presente y futura, asumida de forma consciente, responsable y libre, y que sea respetada como
si se tratara de un testamento.
Yo,…................................................., pido que se respete mi vida y se proteja hasta el último momento, tal y
como consagra la Constitución Española, pido que no se me aplique, la eutanasia activa, ni pasiva y que se
me administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos y la alimentación e hidratación
necesarias para mantenerme con vida.
Pido igualmente ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte. Deseo poder prepararme para
este acontecimiento final de mi existencia, en paz, con la compañía de mis seres queridos y el consuelo de
mi fe cristiana.
Asimismo solicito, que esta voluntad que expongo aquí, y que es la propia del que suscribe, no pueda ser
tergiversada, alterada y/o modificada por ninguna persona ni profesional, habida cuenta que en el
momento presente el que expone es plenamente capaz, de hecho y de derecho y tiene el expreso deseo
de prever su futuro y de que se respete su voluntad.
Suscribo esta Declaración después de una madura reflexión. Y pido que los que tengáis que cuidarme respetéis
mi voluntad. Soy consciente de que os pido una grave y difícil responsabilidad. Precisamente para
compartirla con vosotros y para atenuaros cualquier posible sentimiento de culpa, he redactado y firmo
esta declaración, para que se inscriba en el Registro de voluntades que corresponda y en cualquier caso se
respete como voluntad clara y definitiva.
Firma:
Fecha:
48. • MODELO "TESTAMENTO VITAL" GENERALITAT CATALUÑA
Manifestación de Voluntades sobre el final de mi propia vida.
Yo (nombre y apellidos del testador) , con D.N.I.: .......................... mayor de edad, con domicilio en: .................................
.................................. y Código Postal ..............., en plenitud de mis facultades mentales, libremente y tras una dilatada
meditación,
EXPONGO:
Que en el supuesto de encontrarme en unas condiciones en las que no pueda decidir sobre mi atención medica, a raíz de mi
deterioro físico y /o mental, por encontrarme en uno de los estados clínicos enumerados en el punto D de este documento,
y si dos médicos autónomos coinciden en que mi fase es irreversible, mi voluntad incuestionable es la siguiente:
A) Que no se dilate mi vida por medios artificiales, tales como técnicas de soporte vital, fluidos intravenosos, medicamentos
o suministro artificial.
B) Que se me suministren los fármacos necesarios para paliar al máximo mi malestar, sufrimiento psíquico y dolor físico
causados por la enfermedad o por falta de fluidos o alimentación, aun en el caso de que puedan acortar mi vida.
C) Que, si me hallo en un estado particularmente deteriorado, se me administren los fármacos necesarios para acabar
definitivamente, y de forma rápida e indolora, con los padecimientos expresados en el punto (B) de este documento.
D) Los estados clínicos a las que hago mención mas arriba son:
a. Daño cerebral severo e irreversible.
b. Tumor maligno diseminado en fase avanzada.
c. Enfermedad degenerativa del sistema nervioso y/o del sistema muscular en fase avanzada, con importante limitación de
mi movilidad y falta de respuesta positiva al tratamiento especifico si lo hubiere.
d. Demencias preseniles, seniles o similares.
e. Enfermedades o situaciones de gravedad comparable a las anteriores.
E) Designo como mi representante para que vigile el documento de las instrucciones sobre el final de mi vida expresadas en
este documento, y tome las decisiones necesarias para tal fin, a Don/Doña:................................... .............................
............................., con DNI: .............................
F) Manifiesto, asimismo, que libero a los médicos que me atiendan de toda responsabilidad civil y penal que pueda
derivarse por llevar a cabo los términos de esta declaración.
G) Me reservo el derecho de revocar esta declaración en cualquier momento, en forma oral o escrita.
Fecha:
Firma:
TESTIGOS:
1.Nombre:
DNI.:
Firma:
2.Nombre:
DNI.:
Firma:
REPRESENTANTE:
Nombre:
DNI.
Firma:
49. Obstinación médica (diagnóstica y
terapéutica)
• Intento de retrasar la
muerte a toda costa.
• Adoptar medidas
diagnósticas o terapéuticas
para mantener la vida
durante tanto tiempo
como sea técnicamente
posible,
• independientemente de las
condiciones actuales del
paciente.
50. • Toda persona tiene derecho a morir en paz.
• Ante la inminencia de una muerte irremediable,
lo más humano es dejar que la naturaleza
continúe su curso.
• Es lícito renunciar (por parte del equipo médico)
al empleo de ciertos diagnósticos y tratamientos
que procurarían sólo una prolongación precaria
y penosa de la vida.
• Estos diagnósticos y terapias no hacen sino
aumentar los sufrimientos y las molestias en el
paciente.
51. • «Cómo mueren las personas se queda
grabado en la memoria de los que
viven» (Cicely Saunders).
52. • El criterio médico a seguir es la
proporcionalidad debida entre el fin que se
espera conseguir y los medios empleados.
• Balance entre «inconvenientes» y «posibles
beneficios».
• Evangelium vitae, n. 65.
53. • ¿Dónde termina la atención debida y
comienza la obstinación médica?
• ¿Qué se debe evitar en una persona a la que
se le avecina irremediablemente la muerte?
• Aquellas intervenciones que despojan al
enfermo de la necesaria tranquilidad, lo aíslan
de cualquier contacto humano con familiares
o amigos, y acaban por impedirle que se
prepare interiormente a morir en un clima y
en un contexto auténticamente humano.
54. Limitación del esfuerzo terapéutico
• Consiste en retirar o no iniciar tratamientos que se
consideran inútiles, porque se limitan a mantener la vida
biológica pero sin posibilidad curativa o de recuperación del
paciente.
• Su objetivo es no caer en la obstinación.
• Hay tendencia a abandonar el término LET por LTSV
(limitación de las técnicas de soporte vital).
• Importancia de distinguir entre eutanasia y limitación.
• Se trata de la diferencia entre intención de provocar la
muerte y la admisión de nuestra limitación ante la
enfermedad y las circunstancias que la rodean.
55. Ordinario-extraordinario (excepcional)
• Son los factores relativos a la subjetividad
del paciente.
• Medidas extraordinarias: el paciente
experimenta, subjetivamente y en esa
situación concreta, una cierta
imposibilidad, física o moral, de soportarlo.
56. • Un medio proporcionado nunca podrá considerarse ilícito, pues
representa un medio médicamente adecuado para sostener la vida
y la salud. Su obligatoriedad u opcionalidad dependerá de los
aspectos subjetivos del paciente (y/o familia).
• Si un medio proporcionado resulta ordinario para el paciente,
recurrir a él ha de considerarse obligatorio. Si ese tratamiento
resultara extraordinario para el paciente, su recurso es opcional.
• Aplicar un medio desproporcionado debe considerarse un acto
moralmente ilícito.
• En definitiva, ambos componentes, la proporcionalidad o
desproporcionalidad a juicio del médico y lo ordinario o
extraordinario a juicio del paciente, han de ser tomados en cuenta
para juzgar el uso o no de los medios de conservación de la vida.
Cfr. CDF, Declaración Iura et bona, sobre la eutanasia, 5 de mayo de
1980, parte IV.
57. • Los cuidados ordinarios elementales, como la
alimentación, hidratación, suministro de
analgésicos, ayuda a la respiración, curas
mínimas, higiene, cambios posturales, etc.,
que van destinados a la supervivencia y no a
la curación, sí se está obligado a ofrecerlos al
enfermo.
• No son una manera de alargarle amargamente
la vida, sino una forma humana y digna de
respetarlo como persona.
58. • Para muchos el final de la vida sólo
tiene la salida del sufrimiento
indecible o la eutanasia.
• ¿Existe una «Tercera vía»?
59. CUIDADOS PALIATIVOS
• Lo propio del médico es
curar o cuidar de la vida
dañada.
• La Medicina Paliativa no
busca alargar la vida por
medio de la obstinación
médica, ni acortarla por
medio de la eutanasia;
sencillamente la respeta,
acompañándola hasta el
final.
• «Humanizar el proceso de
morir».
60. • La Medicina Paliativa
intenta que los pacientes
dispongan de los días que
les resten conscientes y
libres de dolor, con los
síntomas bajo control, de
tal modo que estos
últimos momentos de su
vida puedan discurrir con
dignidad -en su casa o en
el hospital-, rodeados de
la gente que les quiere.
• Es un tipo de asistencia
que incluye al paciente y
a su familia.
61. • Por cuidados paliativos se entienden los
programas de tratamiento dirigidos a aliviar
los síntomas molestos y aumentar la
serenidad del paciente que sufre una
enfermedad terminal.
62. • Según datos de la Worldwide Palliative Care
Alliance, sólo un 8% de los pacientes que
necesitan anualmente cuidados paliativos los
recibe.
63. • Dra. Cicely Saunders.
(Londres, 1918).
• Promueve en los años
sesenta el primer
centro médico
dedicado a la atención
de enfermos
terminales, el St.
Christopher´s Hospice.
• Falleció en el año 2005
en la institución que
ella fundó.
64. • “Tú importas porque eres tú, y tú
importas hasta el último momento de tu
vida. Nosotros haremos todo lo que
podamos, no sólo para ayudarte a morir
apaciblemente, sino también para
ayudarte a vivir hasta que mueras”
(Cicely Saunders).
65. Sedación terminal
• Es un término
ambiguo.
• Puede ser un tipo de
eutanasia, cuando
se tiene la intención
de anticipar la
muerte sin que se
den las condiciones
médicas requeridas,
sin motivo serio.
66. • «Sedación en la fase agónica del paciente terminal»
o «Sedación paliativa».
Administración deliberada de fármacos, en las dosis
y combinaciones requeridas;
con la finalidad de disminuir la consciencia de un
paciente con enfermedad avanzada o terminal;
para aliviar adecuadamente el sufrimiento causado
por uno o más síntomas refractarios (aquel que no
puede ser adecuadamente controlado por los
tratamientos disponibles);
y siempre con su consentimiento explícito, implícito
o delegado.
67. • Será aceptable éticamente cuando exista una
indicación médica correcta y se hayan agotado los
demás recursos terapéuticos.
• Siempre está orientada al mejor interés del enfermo,
no para reducir el sufrimiento de la familia o el
esfuerzo médico.
• La Organización Médica Colegial (OMC) y la Sociedad
Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) publicaron
en 2011 una Guía de Sedación Paliativa.
68. • No supone ningún problema ético.
• Es más, es de buena práctica clínica
proceder a la sedación de un enfermo,
con su consentimiento previo, cuando se
llega a la conclusión de que es el único
recurso para controlar algún síntoma
físico o psíquico de entidad (disnea, dolor,
delirium, ansiedad extrema, hemorragia
masiva, etc.) que no responda a otros
tratamientos.
69. • El empleo de terapias que pueden llevar a
esas consecuencias requiere el
consentimiento informado del paciente.
• Como generalmente no tiene marcha
atrás, resultaría muy conveniente
posibilitar que el enfermo pueda resolver
las obligaciones civiles, profesionales,
familiares, morales y religiosas que
tuviese.
70. • Paul Ruskin pidió en una ocasión a las
enfermeras que participaban en un curso
sobre «Aspectos psicosociales de la
ancianidad», que describieran
sinceramente cuál sería su estado de ánimo
si tuvieran que asistir a casos como el que
les describiría a continuación:
71. • Se trata de una paciente, que aparenta su edad
cronológica. No se comunica verbalmente, ni comprende la
palabra hablada.
• Balbucea de modo incoherente durante horas; parece
desorientada en cuanto a su persona, al espacio y al
tiempo, aunque da la impresión que reconoce su propio
nombre. No se interesa ni coopera en su propio aseo.
• Hay que darle de comer comidas blandas, pues no tiene
piezas dentarias. Presenta incontinencia de heces y orina,
por lo que hay que cambiarla y bañarla a menudo.
• Babea continuamente, y su ropa está siempre manchada.
No es capaz de caminar.
• Su patrón de sueño es errático, se despierta
frecuentemente por la noche y con sus gritos despierta a
los demás. Aunque la mayor parte del tiempo parece
tranquila y amable, varias veces al día, y sin causa
aparente, se pone muy agitada y presenta crisis de llanto
inmotivado.
72. • La respuesta que suelen ofrecer los alumnos es, en
general, negativa.
• Cuidar a un paciente así sería devastador, un modo
de dilapidar el tiempo de médicos y enfermeras,
dicen unos. Los más motivados señalan que un
caso así, es una prueba muy dura para la paciencia
y la vocación del médico o de la enfermera. Desde
luego, si todos los enfermos fueran como el caso
descrito, la especialidad geriátrica sería para
médicos y enfermeras heroicos, pero no para
médicos y enfermeras comunes.
• Cuando se les dice que estas respuestas son,
además de incompatibles con la ética de no
discriminar, notoriamente exageradas e injustas
con la realidad, los comentarios suelen ser de
desdén o rechazo.
73.
74. • «La prueba de Ruskin» es una piedra
de toque para medir la firmeza de
nuestro compromiso de no
discriminar.