Este documento clasifica los principales fenómenos naturales en cuatro tipos: hidrológicos como tsunamis e inundaciones; geofísicos como terremotos y erupciones volcánicas; biológicos como mareas rojas; y meteorológicos como huracanes, tornados y sequías. Explica que si bien muchos desastres se consideran naturales, en realidad son causados o exacerbados por la actividad humana como el cambio climático y el asentamiento en zonas de riesgo.