El ceremonial marítimo es el conjunto de usos, costumbres y tradiciones que se desarrollan en el ámbito naval a lo largo de la vida de los navíos, desde que se construyen, botan y entregan, hasta que causan baja. Por otro lado, dado el carácter de un buque con relación a la bandera que enarbola, sea un buque de guerra o una nave comercial o de otro tipo, la cultura naval ha desarrollado a lo largo y ancho de todo el mundo una serie de muestras de cortesía y saludo entre los barcos cuando se encuentran en la mar, y con respecto a la presencia de los mismos en los puertos donde atracan. Una de las características de este fenómeno es la similitud de usos y tradiciones por parte de todos los países con fachada marítima, así como la extensión y pervivencia de tradiciones que hunden sus raíces en el fondo de la historia. Acabada su vida de un buque de guerra, antes de ser desguazado o convertido en un pecio (cosa que se suele hacer en algunos casos para transformarlos en arrecifes artificiales), se celebra una solemne ceremonia de baja y arriado de bandera (de la que en su día se dotó en otro acto solemne). Cuando un barco muere, se suele conservar como recuerdo algún elemento substantivo de a bordo, la campana o la rueda del timón en su caso, tanto en los de la Armada como en los mercantes o pesqueros.